Si está usted embarazada o es madre, seguro que lo sabe. Un embarazo dura entre 37 y 40 semanas. Sin embargo, cada vez hay más partos prematuros. En 2005, último dato disponible, el 7,6% de los 68.320 alumbramientos registrados en Madrid llegó antes de lo previsto. Esta tasa supone un incremento del 43,25% en una década. En 1996, sólo el 5,34% de los 47.034 partos concluyó antes de la semana 37.

Estos registros son aún más llamativos en los casos de parto múltiple. Son minoría, pero de los 1.849 alumbramientos de gemelos, mellizos o trillizos que hubo en la región en 2005, más de la mitad, 683, fueron prematuros.

Un estilo de vida estresante y las gestaciones múltiples están detrás de este tipo de partos, según explica Javier Haya, médico del Hospital Santa Cristina.

Haya también apunta el retraso en la edad para ser madre como otro de los motivos del parto prematuro. La avalancha de tratamientos de fertilidad en mujeres de más de 40 años hace que éstas tengan embarazos con más de un feto, lo que aumenta la probablidad de que se adelante el momento del nacimiento. Si en 1996 hubo en Madrid 1.010 madres de esta edad o más, esa cifra en 2005 fue de 2.784, casi el triple.

El crecimiento de partos prematuros está también relacionado con la posibilidad de los médicos de programar los nacimientos mediante la administración de oxitocina o la práctica de cesárea. Así, si el feto tiene el peso adecuado y el médico detecta cualquier anomalía o riesgo, se adelanta el parto sin mayor duda.

España. Fenómeno nacional. El aumento de partos prematuros es de idéntica intensidad en todo el país. Si en 1996 sólo el 4,74% de los alumbramientos era antes de la semana 37, esa tasa creció en 2005 hasta el 6,78%, un 43% más.

Supervivencia. Más de un kilo. Si un bebé prematuro pesa entre 1.000 y 1.500 gramos, el índice de supervivencia es muy alto. Más riesgo corren los que no llegan al kilo. Amilia Taylor nació en febrero en Florida (Estados Unidos) a las 22 semanas y sólo pesó 285 gramos. Salió adelante.

Desarrollo. Como los demás. El hecho de que un bebé nazca prematuro no implica secuelas en su desarrollo o crecimiento. Si en los primeros días no sufre ningún problema, su evolución será como la de cualquier otro.

«Lo mejor, que oigan el corazón»

Tania, Fiona y Didac nacieron con 29 semanas. Viéndoles corretear por su casa nadie diría que los hijos trillizos de Mónica Virchez nacieron con apenas un kilo de peso. «De eso hace ya siete años», recuerda Mónica.

Aunque tuvo un parto múltiple, Mónica y su marido, Miquel, no recurrieron a ningún tratamiento de fertilidad: «Me quedé embarazada de trillizos de manera natural». Para esta pareja, pasar por un parto prematuro fue «muy duro».

«Desde la primera ecografía mi médico ya vio tres fetos». En ese momento, Mónica se dio cuenta de que «el embarazo no iba a ser normal y la incertidumbre me acompañó durante toda la gestación».

A las 29 semanas le practicaron una cesárea y sus bebés tuvieron que estar «dos meses en la UVI hasta que ganaron dos kilos».

Incubadora sin problema

Sin embargo, la incubadora no fue un problema para que Tania, Fiona y Didac sintieran a su madre, gracias al «método canguro». «Es lo mejor para que los niños sientan tanto a la madre como al padre», explica. «Los cogíamos y nos los poníamos en el pecho para que nos oyeran el corazón», cuenta Mónica.

Aunque estos niños no han tenido ninguna secuela, Mónica reconoce que «los padres de prematuros están llenos de dudas y algunos no saben que las revisiones durante años han de ser frecuentes». De no ser así, pueden tener «problemas de atención y dificultades para oír y ver bien».

Después de su experiencia, este matrimonio ayuda a otros padres a través del correo prematura@prematura.info.