Efectivos del Cuerpo de Bomberos del Ayuntamiento de Valladolid tuvieron que actuar para rescatar a un perro que había sido arrojado, dentro de una bolsa de basura, a un contenedor soterrado situado en la calle Ferrocarril de la capital vallisoletana.

Según ha explicado la Asociación protectora de animales Defaniva en su cuenta de Facebook, en la noche de este miércoles, vecinos de la calle Ferrocarril avisaron a la Policía Municipal porque escuchaban "alaridos" procedentes de un contenedor de basura soterrado, ya que pensaban que alguien podría haber arrojado una camada de perros que no deseaba.

Cuando llegó la Policía, según el relato de Defaniva, y ante la imposibilidad de llegar al animal arrojado, avisaron a los Bomberos que finalmente pudieron rescatan al animal "muerto de frío, empapado, con hipotermia" y que además se encontraba dentro de unas bolsas de basura "muy bien cerradas, para que no pudiera escapar".

La protectora animal recibió la llamada de los vecinos y acudió al lugar, donde comprobaron que el perro, al que han bautizado como 'Abu' ya que tiene una edad de unos 15 años, estaba muy debilitado, "lleno de garrapatas, con cataratas en los ojos y en estado de desnutrición extrema". De hecho, han apuntado que a penas pesa cuatro kilos.

Mediante una recolecta realizada por los vecinos que dieron el aviso, la Asociación ha podido hacerse cargo de él y pagar la urgencia veterinaria, y, después de secarle, ponerle una manta térmica y hacerle unas radiografías para descartar alguna fractura, se comprobó que "sólo tenía unas magulladuras" a causa del golpe de la caída y no tenía fracturas.

Además, la asociación le ha suministrado alimentos de recuperación y 'Abu' pudo sobrevivir en el hogar de una de las colaboradoras de la Asociación. Pero ahora, la Asociación protectora ha recalcado en su página de Facebook (www.facebook.com/DEFANIVA) que necesita encontrar una acogida indefinida para que el perro pueda "pasar sus últimos días a cuerpo de rey".

La organización ha lamentado que la persona que haya hecho ésto, en su opinión, "lo hace a sabiendas de que no le ocurrirá nada, con el respaldo de una ley que en el caso de que alguien hubiera visto algo, sólo tendría una triste multa" a cambio de haber puesto "en peligro la vida de un inocente", en lo que supone otra historia más de maltrato animal.