Gurelur ha censado 952 parejas de cigüeña blanca, dentro del control anual de la evolución poblacional de esta especie en Navarra iniciada el año 1994. Con respecto al año anterior se han controlado 18 parejas más.

Estas nuevas parejas de cigüeñas se han detectado en tramos de ríos de difícil acceso, motivo por el cual se ha tenido que utilizar una embarcación para poder censarlas, según ha explicado en una nota Gurelur, que ha indicado que "con los resultados del censo de este año queda claro que la población navarra de esta emblemática ave se está estancando y que en breves años se va a reducir significativamente su población".

Funes, con 108 parejas, ubicadas en los sotos de Gil y Ramal Hondo, es la primera localidad cigüeñera de Navarra. Le sigue Lodosa, con 96 parejas, 95 de ellas ubicadas en los sotos de Ebro; Corella, con 83; Cortes, con 60; Castejón, con 52; Azagra, con 46; y Fitero y Falces, con 44. Estas siete localidades soportan más de la mitad de la población reproductora.

Las mayores concentraciones de nidos en un solo edificio se encuentran en el viejo edificio de la azucarera de Cortes, con 60, y la catedral de Tudela, con 18 nidos. En enclaves naturales destacan la colonia existente en los Sotos de Gil y Ramal Hondo en Funes, que tiene 105 parejas, las orillas del Ebro en Lodosa, con 95 nidos, y los sotos del Alhama en Corella, con 41. Los cortados de Falces, Milagro y Azagra acogen 44, 42 y 38 nidos, respectivamente.

Por otro lado, Gurelur ha destacado que Tudela sigue siendo la merindad con mayor número de parejas, ya que cuenta con 507 parejas, lo que supone el 53,26 por ciento de la población navarra. La merindad de Olite acoge a 217 parejas, que supone el 22,79 por ciento.

Le sigue la merindad de Estella, con 211 parejas (22,16%), la merindad de Sangüesa, con 10 (1,05%), y en último lugar se encuentra la merindad de Pamplona, con 7 parejas (0,74%), nidos que corresponden a la pareja de Pamplona, a la de Ororbia, y a las 5 parejas de Puente la Reina.

Según Gurelur, "la consolidada tendencia de las cigüeñas a ubicar cada vez más nidos en enclaves naturales está evitando parte de los problemas que originan en algunos edificios los nidos de las cigüeñas". La realización de estos censos, ha añadido, "nos permite conocer la evolución de esta especie en Navarra y nos aporta los conocimientos necesarios para trabajar en la correcta gestión de las cigüeñas".

El aumento del 2 por ciento del número de nidos durante la presente temporada "supone en realidad un estancamiento de la población reproductora en Navarra", ha dicho Gurelur, que ha destacado que "dentro de escasos años se prevé un descenso de su población, principalmente por la baja tasa reproductiva debido a la escasez de alimento; por la muerte de ejemplares en tendidos eléctricos; y por la indiscriminada eliminación de sus nidos durante la época de reproducción".