El portavoz del PP en el Congreso y diputado nacional por Almería, Rafael Hernando, ha asegurado que el expresidente de la Junta, José Antonio Griñán, "entonó el mea culpa" al asegurar que existió "un gran fraude" en torno a los expedientes de regulación de empleo (ERE) aunque ha considerado que eso "no le aleja de sus responsabilidades" porque lo que ha pasado en el seno del Gobierno andaluz "ha sido terrible".

"Esto de que la gente firma las cosas por firmar y no se entera de nada, me parece un poco chusco", ha manifestado en rueda de prensa Hernando, quien ha trasladado que le "gustaría" que se impusiera la "sensatez" y se "pidiera perdón a los ciudadanos por los errores, y si es posible, se recuperase el dinero".

En esta línea, y tras subrayar que la existencia de "un gran fraude" es "conocido por todos, también en los cursos de formación y en otras cuestiones", ha calificado de "terrible" que la Junta con el PSOE al frente "no haya ejercido" como "una administración autonómica" y que, en su seno, "hayan prevalecido los intereses políticos y una red clientelar sobre la ejecución de los fondos públicos para el menester que tenían y con la transparencia que se debía".

Hernando ha afirmado, en relación a Griñán, que un cargo electo "tiene una autoridad y unas competencias que tiene que ejercer" y ha insistido en que lo que "ha pasado en Andalucía ha sido gravísimo" aunque matizando que no acusa "a nadie de tener mala fe".

"Lo grave de todo esto es que, frente a los parados a los que les correspondía en justicia una formación o una prestación, ha habido personas que han utilizado el sistema para abusar personalmente de él o para el interés, en este caso del PSOE, mediante la creación de un red clientelar".

Al hilo de esto, ha destacado el "deseo de cambiar las cosas" ante la "corrupción que ha habido siempre" que, a su juicio, ha marcado la última legislatura y ha aludido a las reformas en el Parlamento, por un lado del Código Penal, "para que cualquier persona que meta la mano en la caja tenga que devolver hasta el último céntimo" o por otro, de la forma de gestión de los fondos públicos "con una Ley de Transparencia que evita la discrecionalidad".

"Yo sé que la preocupación por la corrupción ahora es muy alta pero, gracias a las reformas, este tipo de cosas no deberán de suceder en el futuro y el enjuiciamiento será mucho más rápido para que se pueda actuar de manera ejemplar y los ciudadanos vean unas consecuencias inmediatas de actuación y rectificación", ha concluido.