El acusado de arrastrar a una mujer por el suelo varios metros y apuñalar a un hombre que acudió a auxiliarla, hechos que ocurrieron en la capital malagueña el pasado año, ha declarado este miércoles ante el Tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia que lo ha juzgado que no se acuerda "de nada" de lo sucedido ese día.

La Fiscalía malagueña solicita una pena de siete años de prisión y multa, al acusar al hombre de un delito de homicidio en grado de tentativa y de dos faltas; además de pedir una orden de alejamiento del acusado respecto de las víctimas. El juicio ha quedado visto para sentencia.

Los hechos sucedieron de madrugada en julio de 2014 en la calle Larios, un céntrica vía de Málaga. Según las conclusiones de la acusación, el procesado "por motivos no aclarados y sin mediar palabra, cogió fuertemente por el cuello" a una chica, a la que, además, "agarró del pelo y arrastró por el suelo varios metros".

Por estos hechos, la mujer sufrió varias lesiones de las que curó a los siete días. Asimismo, también recibió un golpe una amiga de la anterior "al intentar separarla del procesado". Las perjudicadas han corroborado estos hechos en el juicio celebrado este miércoles en el que han declarado sin ser vistas por el procesado.

La primera mujer ha explicado que de repente un hombre la agarró por el cuello y, cuando intentó soltarse de él, la cogió por el pelo, cayó y la arrastró varios metros por el suelo. Ha asegurado que no lo conocía "de nada" y que cuando la tenía sujeta le decía "algo como que esto os va a pasar a vosotros".

La otra afectada, que recibió un puñetazo, se ha mostrado convencida de que si no llega a ayudar a su amiga "hubiera pasado algo muy fuerte", ya que considera que el hombre "iba a matar a quien se le pusiera por delante" y decía: "lo mismo que le ha pasado a mi familia os va a pasar".

En cuanto al intento de homicidio, la acusación pública sostiene que tras lo anterior, el hombre asestó una puñalada a un hombre que fue a auxiliar a las chicas con un cuchillo de 12 centímetros de hoja que llevaba oculto en la cintura. El perjudicado ha declarado también por esos hechos.

Los policías locales que acudieron ante el aviso han mantenido que cuando llegaron a esa calle varios ciudadanos seguían a distancia "por el miedo" a un hombre, al que señalaban como autor de los hechos. Además, uno de los agentes vio cómo arrojó algo al suelo, que luego resultó ser el cuchillo.

El acusado ha pedido perdón a las víctimas en su derecho a la última palabra al final del juicio y su abogado ha considerado que no es imputable puesto que según sostienen dos peritos que han declarado padece una alteración psíquica.