Los políticos suelen culpar de sus malos resultados a aquellas personas que optan por quedarse en sus casas antes que ir a votar. Pero también hay quienes quieren ejercer su derecho constitucional y se quedan con las ganas.

Es el caso de Charo y Gabriel, un matrimonio cordobés que, habiendo planificado un viaje a Italia, solicitaron con tiempo el voto por correo. El certificado expedido por la oficina central de Correos confirma que así lo hicieron. Pero el voto nunca les llegó.

Mantuvieron la esperanza hasta el último día. Cansados de mirar en el buzón y de esperar al cartero, hicieron sus maletas y se fueron con el malestar de no poder participar en los comicios.

«Como está el país lleno de chanchullos políticos, queremos saber si alguien se ha aprovechado y han votado en nuestro nombre», señala Gabriel.

El cartero avisa dos veces

Correos afirma que desconoce este suceso y que no ha habido ninguna denuncia formal en Córdoba de personas por no recibir en casa el voto por correo.

Las mismas fuentes indican que «el cartero acude siempre dos veces al domicilio con la carta certificada». Si no hay nadie, la oficina de Correos envía otro aviso para recoger el voto en cualquier oficina. A Charo y Gabriel nadie los avisó.