SOS Desaparecidos: "No es normal que tarden una semana en identificar un cadáver. Algo falló"

  • Sobre el menor desaparecido el 31 de marzo en el barrio de San Blas.
  • La Policía Nacional ha comunicado este martes que el joven falleció el mismo día de su desaparición.
  • El joven iba sin identificar, y hasta que no practicaron una necroreseña al cadáver no averiguaron quién era.
Cartel y foto del menor desaparecido en San Blas
Cartel y foto del menor desaparecido en San Blas
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Cartel y foto del menor desaparecido en San Blas

El portavoz de SOS Desaparecidos, Francisco Jiménez, ha asegurado este martes que "no es normal" que la Policía tardara una semana en identificar el cadáver del joven de 17 años al que la Policía buscaba desde el pasado 31 de marzo. Juan Rubén J.H. desapareció la tarde del martes 31 tras salir de casa, en el madrileño distrito de San Blas, sin las llaves del domicilio, teléfono móvil o dinero, pero hasta este martes no se ha sabido que en realidad murió el mismo día de su desaparición, en el Hospital Gregorio Marañón, tras haberse precipitado a las vías del metro.

Ni la Jefatura de Policía ni el Instituto Antómico Forense han aclarado la razón de esta tardanza: "Algo falló. No es normal que se tarde una semana en identificar un cadáver", asegura sin embargo Jiménez.

"El protocolo marca que los cadáveres han de ser identificados al momento. La Policía, con sus escasos medios, normalmente lo consigue, pero nos hemos encontrado casos en los que se han tardado hasta 11 años en identificar el cuerpo de una morgue. También suelen encontrarse desaparecidos en centros sanitarios a los que se les llevaba buscando semanas. En todo caso son retrasos que perjudican mucho a los familiares", explica el portavoz de la asociación.

El joven, que padecía trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH), acudió a estudiar con sus amigos a la biblioteca, tras lo que volvió a casa porque no se concentraba. Tras dejar los libros, salió del domicilio entorno a las 18.30 horas.

Ahora, la Policía ha comprobado que el chico falleció ese mismo día tras precipitarse voluntariamente a las vías del Metro en la estación de Manuel Becerra a las 19.30 horas de ese mismo día.

Al llegar al lugar de los hechos comprobaron que el varón seguía vivo, con un traumatismo craneoencefálico severo y el fémur roto, y fue trasladado al Gregorio Marañón, donde falleció a las 00.30 horas.

Los agentes no sabían hasta ahora quién era porque iba sin identificar. Por ello, le practicaron la necroreseña (obtención de impresiones y de huellas), cuyo resultado ha determinado que se trata del menor desaparecido.

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