Cinco minutos antes que en 2004, los almonteños saltaron para hacerse con las andas del paso de plata de la Blanca Paloma. Desde medianoche, en la ermita no se cabía. Los jóvenes apenas dejaron que el simpecado de la hermandad matriz de Almonte (cierra el rezo del rosario) llegara hasta el altar.
Una hora después, la Virgen del Rocío comenzaba la visita a las hermandades filiales. Paró primero en Huévar y vivió su momento grande frente a Huelva, que este año cumple su 125 aniversario. No faltaron en el recorrido las actuaciones del 061 (1.943) ni las imágenes más emotivas: los vuelos de los niños intentando tocarla, la lluvia de pétalos... La amenaza de lluvia hizo que durante tres horas protegieran a la Señora con plásticos. A las 13.45 h volvió al santuario.
La próxima cita será el 19 de agosto, día en que la patrona de Almonte procesionará hasta su pueblo, como cada 7 años. Lo hará vestida de pastora y cubierta para protegerse del camino. Volverá para la romería de 2006.
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