Andalucía ahorra en torno a 16 millones de euros con el cambio horario

Los hogares andaluces ahorran en iluminación un cinco por ciento con los dos cambios horarios del año, lo que representa algo más de 16 millones de euros, según datos de la Agencia Andaluza de la Energía, entidad adscrita a la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, que ha recordado que a las 2,00 de la madrugada del sábado 28 al domingo 29 de marzo, todos los relojes de los países miembros de la UE deberán adelantarse una hora, por lo que a las 2,00 horas serán las 3,00 horas.
Cambio horario de verano, hora, reloj
Cambio horario de verano, hora, reloj
EUROPA PRESS
Cambio horario de verano, hora, reloj

Los hogares andaluces ahorran en iluminación un cinco por ciento con los dos cambios horarios del año, lo que representa algo más de 16 millones de euros, según datos de la Agencia Andaluza de la Energía, entidad adscrita a la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, que ha recordado que a las 2,00 de la madrugada del sábado 28 al domingo 29 de marzo, todos los relojes de los países miembros de la UE deberán adelantarse una hora, por lo que a las 2,00 horas serán las 3,00 horas.

En una nota, la Agencia señala que estos cambios suponen un ahorro de unos 100 millones de kWh anuales, con lo que, si cada vivienda estuviera ocupada por tres personas, equivaldría al consumo eléctrico equivalente de 75.000 personas.

Ha recordado que el cambio de hora comenzó a generalizarse, aunque de manera desigual, a partir de 1974, cuando se produjo la primera crisis del petróleo y algunos países decidieron adelantar los relojes para poder aprovechar más la luz del sol y consumir menos electricidad en iluminación. Hoy, unos 1.500 millones de personas de casi 80 países realizan este cambio dos veces al año con esa finalidad.

En la Unión Europea, el cambio de hora se aplica como Directiva y la medida se justifica por "sus impactos positivos no sólo sobre el ahorro energético sino sobre otros sectores como el transporte, las comunicaciones, la seguridad vial, las condiciones de trabajo y los modos de vida, la salud, el turismo o el ocio".

Así, la Directiva Europea 2000/84, incorporada al ordenamiento jurídico español por Real Decreto 236/2002, unifica los cambios de hora en todos los países de la UE y estipula que el cambio al horario de primavera-verano se produzca en el último domingo de marzo, y que el cambio al horario de otoño-invierno se produzca en el último domingo de octubre. Esta directiva es de carácter indefinido, pero la Comisión Europea publica cada cinco años un calendario recogiendo las fechas exactas en las que se produce el cambio de horario.

El cambio horario tiene como finalidad "reducir el consumo de energía, haciendo coincidir la jornada laboral con las horas de luz natural ya que, si se mantiene el horario de invierno, el amanecer se produciría excesivamente temprano y perdería su correspondencia con las primeras horas de actividad de la ciudadanía". Dicho horario, que consiste en ir dos horas por delante del GMT (horario medio de Greenwich) se mantendrá en Europa hasta el último fin de semana de octubre.

La luz es una de las necesidades energéticas más importantes de un hogar y supone aproximadamente la quinta parte de la electricidad que se consume en la vivienda. El consumo de energía de las familias españolas es ya un 30 por ciento del consumo total energético del país. En un hogar que consume al año unos 4.000 kWh, un 18 por ciento se destina a iluminación.

Por ello, la Agencia de la Energía considera que "es necesario un comportamiento responsable en el hogar a la hora de prescindir de la iluminación artificial cuando no es necesaria, así como la utilización de tecnologías de ahorro en iluminación por aprovechamiento de la luz natural en edificios del sector terciario y en industrias". Entre estas tecnologías se incluyen los sensores de luz que apagan o regulan la iluminación artificial en función de la luz natural que aportan las ventanas o lucernarios. En este sentido, recuerda que el Código Técnico de la Edificación obliga a la instalación de estos sistemas en los edificios de nueva construcción.

La Agencia Andaluza de la Energía recomienda analizar las necesidades de luz en las diferentes estancias del hogar, ya que no todas requieren la misma iluminación, durante el mismo tiempo, ni con la misma intensidad. Se debe elegir la lámpara adecuada. Las incandescentes son las de mayor consumo eléctrico, las más baratas y las de menor duración. Sólo aprovechan en iluminación un cinco por ciento de la energía eléctrica que consumen, el 95 por ciento restante se transforma en calor, sin aprovechamiento luminoso.

Asimismo, considera recomendable el uso de bombillas de bajo consumo, que duran ocho veces más que las convencionales consumiendo un 25 por ciento de la electricidad que necesitan las incandescentes. Al comprar una de estas bombillas hay que saber que los 60W de una tradicional suponen sólo 11W en una de bajo consumo, con lo que se ahorran unos 55 euros de electricidad durante la vida útil de la bombilla. Una lámpara de 75W equivale a 15W en una de bajo consumo, lo que reportará un ahorro de 67 euros.

Sin embargo, apunta que "es mejor no utilizar bombillas de bajo consumo en ubicaciones con encendidos y apagados frecuentes, porque se reduciría su vida útil y añade que en estos sitios, es mejor poner lámparas fluorescentes de bajo consumo con balastos electrónicos, que propician un encendido más suave, no parpadean al encenderlas y contribuyen a que tengan una vida útil mayor".

Asimismo, recuerda que "los tubos fluorescentes son más caros que las bombillas corrientes, pero consumen hasta un 80 por ciento menos de electricidad para la misma emisión luminosa y tienen una duración entre ocho y diez veces superior". Añade que las lámparas halógenas también duran más y ofrecen una mejor calidad de luz. Aquellas que necesitan de un transformador electrónico disminuyen la pérdida de energía, consiguiendo que el consumo final de electricidad sea un 30 por ciento inferior al de las bombillas convencionales.

Otra alternativa cada vez más interesante es el uso de iluminación led. Esta tecnología se caracteriza por ofrecer un amplio abanico de temperaturas de color, con una reproducción cromática similar a la fluorescencia y una vida útil que supera ampliamente al resto de fuentes de luz con un bajo nivel de consumo.

En cuanto a la eficiencia energética este tipo de iluminación supera ampliamente a la iluminación incandescente y halógena, mejorando incluso a la fluorescencia y bajo consumo. Se estima que la iluminación led puede suponer un ahorro de hasta un 85 por ciento con respecto a la iluminación incandescente y halógena, con una vida útil que llega a superar ampliamente las 20.000 horas.

Por último, la Agencia de la Energía indica que "es muy importante que cuando se reemplace una bombilla se deseche en un punto limpio cuando se trate de una fluorescente o LED".

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