El sector de los suministros (agua, electricidad, gas y telecomunicaciones) sigue siendo el que más reclamaciones acumula en la Unidad de Mediación del área de Consumo del Ayuntamiento de Granada.

El año pasado, de los 1.252 expedientes iniciados en esta área, el 48% correspondieron a suministros, le siguen servicios (26%) y bienes (23%).

En esta área, además, las reclamaciones por telecomunicaciones acaparan el 86%, frente al 85,6% de 2013, seguida del 7% de gas (año anterior, 7,8%), electricidad (6% en 2014 y 5,4% en 2013) y agua (2% el pasado año y 1,2% en 2013).

Sin embargo, el sector que más ha crecido en número de quejas con respecto a 2013 ha sido el de bienes. Un 4,6% de aumento, «sobre todo en electrodomésticos y electrónica, como teléfonos, ordenadores y tabletas», explican los técnicos municipales. «Quizá porque ha habido una cierta mejora general de la economía

y la gente está comprando más», añaden.

La subida también se ha notado en el sector servicios (+1,1%) y en vivienda (+0,9%). Bajan, en cambio, suministros (–6,4%) y alimentación (–0,2%).

El servicio de mediación municipal es el encargado de servir de enlace entre consumidores y empresas. El área resolvió en 2014 un total de 1.152 expedientes, de ellos el 43% de forma positiva, frente al 40,9% del año anterior.

Y es que "cada vez hay más empresas y usuarios que optan por este servicio para resolver sus problemas, ya que no tiene ningún coste y suele ser más rápido que otros métodos", explica Jorge Saavedra, concejal de Consumo.

La Junta Arbitral de Consumo suele ser otra de las opciones, que también se ofrecen en este departamento municipal. En 2014 se tramitaron 341 solicitudes, de las que se resolvieron 205.

Los técnicos recomiendan a los usuarios informarse bien antes de cerrar un contrato. Relatan un caso en el que un señor que contrató una tarifa telefónica de llamadas en Europa porque se iba de crucero por el Mediterráneo.

Al llegar a España le cobraron una cantidad de dinero muy elevada porque utilizaba el teléfono en zonas que eran consideradas de aguas internacionales. Finalmente ganaron el caso porque no se había informado bien al cliente.