Un año sin Rocío Jurado

Cuando se cumple el primer aniversario de su muerte, los homenajes, las disputas familiares y la situación de sus hijos avivan la llama de su recuerdo.
Rocío Carrasco y Ortega Cano en sendos homenajes a Rocío Jurado. En el centro, detalle de placa conmemorativa.
Rocío Carrasco y Ortega Cano en sendos homenajes a Rocío Jurado. En el centro, detalle de placa conmemorativa.
© Korpa.
Rocío Carrasco y Ortega Cano en sendos homenajes a Rocío Jurado. En el centro, detalle de placa conmemorativa.

Hace un año que murió Rocío Jurado, una de las artistas de la música con mayor proyección tanto dentro como fuera de España.

Su esperada muerte, tras dos años de lucha contra el cáncer, tuvo una gran repercusión mediática. A su capilla ardiente acudieron a despedirla, además de miles de ciudadanos, actores, políticos, altos cargos públicos, toreros, directores de cine, periodistas, deportistas...

A lo largo de este año sin Rocío Jurado los homenajes han proliferado tanto dentro como fuera de España, y Andalucía, su tierra, ha sido la que más reverencias ha dedicado a la malograda cantante.

José Ortega Cano y Gloria Mohedano, su hermana, no han faltado a casi ninguno y, de entre todos, el más emotivo fue el que le dedicó su pueblo natal, Chipiona. Su hija, Rocío Carrasco, solo asistió a la inauguración del auditorio "Rocío Jurado" en Sevilla.

Desde su muerte, el entorno de Rocío Jurado ha copado multitud de portadas de revistas pero, lejos de ser por el legado artístico que ha dejado la cantante y que se le ha reconocido con un sinfín de galardones a título póstumo, en los últimos meses, los Mohedano-Jurado han protagonizado una guerra de dimes y diretes (por disputas y desacuerdos con el testamento de la cantante) que han visto la luz especialmente por las continuas apariciones y declaraciones públicas de la familia de Amador Mohedano, hermano y representante de "La Chipionera".

Apenas un mes después del fallecimiento de Rocío Jurado se hizo público el testamento en el que la artista designaba a su hija, Rocío Carrasco como heredera universal, lo que causó un gran revuelo al existir personas que entendieron que los dos niños que adoptó con José Ortega Cano, Gloria Camila y José Fernando, se quedaban en una situación de desamparo.

La cantante no se olvidó al elaborar su testamento de sus hermanos , sobrinos e, incluso, del que fuera su secretario personal durante muchos años, Juan de la Rosa, que falleció unos meses más tarde a causa de un cáncer de piel que le habían diagnosticado diez años atrás y que se le agravó tras la muerte de su gran amiga.

En el último mes salió a la luz la disputa por la finca de "Los Naranjos". Finalmente y tras una reunión con la albacea de la artista, parece que la familia ha limado sus diferencias con un acuerdo con el que todos dicen estar contentos.

Durante el último año, su viudo, José Ortega Cano, se ha mantenido firme en su posición de respetar el testamento de su esposa y no pelear porque sus hijos reciban más que la herencia legítima que les corresponde.

Un año después de su muerte, Rocío Jurado sigue dando tanta guerra como cuando vivía y, aunque parece que el capítulo de su testamento está cerrado, quedan grandes acontecimientos por llegar: la boda de Rocío Carrasco con Fidel Albiac está más presente que nunca tras conseguir la nulidad eclesiástica de su anterior matrimonio con Antonio David Flores; Ortega Cano, por su parte, ha vuelto a los ruedos; Su sobrina Rosario Mohedano ha cogido el testigo de su tía y durante el último año se ha dedicado a aprovechar el tirón de los homenajes para promocionar su disco y Rosa Benito, su cuñada y madre de Rosario, sigue manteniéndose como tertuliana televisiva especialista en temas de corazón.

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