Crisis: Trabajadores que compran sus empresas

La cooperativa murciana Mula Confort fue fundada en 2014.
La cooperativa murciana Mula Confort fue fundada en 2014.
FRAN MANZANERA
La cooperativa murciana Mula Confort fue fundada en 2014.

La crisis ha llevado a muchas empresas españolas a una situación económica muy precaria, e incluso al cierre. Los trabajadores, en esos casos, tienen dos opciones: o buscar trabajo o montar algo por su cuenta.

Sin embargo, existe otra opción que parece estar tomando cada vez más fuerza: comprar la empresa y reflotarla. Una manera de hacerlo es constituir una cooperativa de trabajo, participada por los propios trabajadores.

Según la Federación de Cooperativas de Trabajo de España (Coceta) existen en España unas 75 empresas reconvertidas en cooperativas de trabajo. Esta cifra solo incluye a las cooperativas federadas, por lo que el número real de este tipo de entidades es con toda probabilidad mayor. Quedan algunas cooperativas históricas, creadas en los años 80 en el marco de la reconversión industrial y la crisis del petróleo, pero la mayoría son recientes.

o Según el presidente de Coceta, Juan Antonio Pedreño, "a las cooperativas siempre se les ha llamado las hijas de la crisis", porque "es en momentos de dificultades económicas cuando los trabajadores se ven obligados a emprender para poder salvar su puesto de trabajo".

España, vanguardia de Europa en cooperativismo. Tal y como explica Pedreño, se trata de "un modelo de empresa con apenas 30 años de vigencia en España", con permiso de Mondragón (Eroski), que desde su creación en los años 60 se ha convertido en la corporación cooperativa más importante del mundo y da trabajo a 63.000 personas en nuestro país. De hecho, España es uno de los países de Europa donde más ha arraigado este modelo de emprendimiento.

Conservatorio

Según el Comité Europeo de Cooperativas de Producción, de las 150 cooperativas de trabajo creadas en toda Europa en 2012 y 2013, 75 eran españolas. En cuanto a su difusión territorial, las comunidades con más solera y tradición cooperativista son Cataluña, Andalucía, País Vasco, Comunidad Valenciana, Navarra y Murcia, que aglutinan el 80 % del empleo cooperativo en España.

El caso de Murcia es paradigmático, ya que es la región de Europa con más empresas mercantiles reconvertidas en cooperativas de trabajo, con 30 reconversiones en los últimos dos años y medio, según datos de Coceta.

El shock inicial

La mayoría de las historias de reconversión de empresas empiezan con un shock: el momento en que los trabajadores son informados de que se han quedado sin trabajo.

"Te ves en la calle después de dedicar toda la vida a un proyecto", indica Esther Sobral, directora del Conservatorio Histórico de Santiago de Compostela, cerrado y recuperado por seis trabajadores hace 10 años.

Para Domingo García Llamas, presidente de la cooperativa fabricante de sistemas de descanso murciana Mula Confort, creada en 2014 por 17 trabajadores dos años después del aparatoso cierre de Colchón Comodón, "lo peor no fue el cierre en sí: lo vimos como un escape después de ver cómo se iba deteriorando la empresa poco a poco, con despidos sin indemnizaciones y dejando a deber cada vez más meses de sueldo a los que no despidieron".

El caso de la catalana Mol-Matric, cooperativa histórica dedicada a la fabricación de matrices y utillaje para el sector del automóvil, es parecido: "En el año 1981, la empresa en la que trabajábamos quebró y dejo de pagar a los 50 trabajadores –relata su presidente, Juan Pizarro–. Ante dicha situación, los trabajadores comenzamos acciones legales y movilizaciones, pero como teníamos trabajos que entregar a clientes seguimos trabajando sin cobrar", poniendo de forma natural las bases de la autogestión de la empresa por parte de los trabajadores. Emprender cooperando. Tras esta primera etapa de angustia, una idea se va abriendo camino.

"Nos vimos en el dilema de si seguir litigando o enfocar nuestras energías a montar algo", hasta que, "después de mucho pensar, muchos miedos y muchas noches sin dormir, decidimos unir fuerzas y seguir adelante juntos», explica Sobral.

Emilio Checa, vicepresidente de la joven cooperativa andaluza Encoded Life, especializada en consultoría y desarrollo de soluciones para dispositivos móviles, web 2.0 y redes sociales, explica los motivos de los trabajadores para emprender juntos tras el ERE extintivo del centro tecnológico de la multinacional Ezentis en La Carolina (Jaén) en 2013: "Nos conocíamos y formábamos un grupo con capacidades, talento, iniciativa e ideas propias. Además, nos atraía poder desarrollar nuestra profesión en nuestra tierra, porque no es fácil encontrar este tejido productivo en la provincia".

Pedro Tapia, administrador de Tafinox, cooperativa navarra dedicada al diseño y fabricación de mobiliario en acero inoxidable, creada tras el cierre de Inoxybel en 2012, explica que "se veía que había trabajo, aunque no para tantos, por lo que se decidió pedir ayuda y asesoramiento para un estudio y plan de viabilidad en el que se pudiera mantener la empresa con menos trabajadores". Una vez decidida la voluntad de continuidad del trabajo en común por parte de los trabajadores, toca elegir bajo qué forma jurídica.

En el caso de Mol-Matric, "se barajaron varias opciones y se optó por la cooperativa por sus ventajas fiscales y por el hecho de ser un modelo gestionado al 100% por los trabajadores y en el que no tiene cabida el capital aportado por personas que no sean trabajadores".

En la misma línea, Checa señala: «Vimos que la cooperativa era un tipo de sociedad que se adaptaba bien a nuestras características y valores como grupo. No queríamos que se pusiera el foco en el capital que aportara cada socio a la hora de tomar decisiones, sino que pesara más la aportación de trabajo y conocimientos". En Tafinox, por su parte, «se quería que todos tuvieran los mismos derechos y obligaciones".

De trabajadores a empresarios

Aunque casi todos los entrevistados indican haber recibido apoyo y asesoramiento por parte de asociaciones de trabajo cooperativo y, en ocasiones, de organismos públicos, "el proceso de transformación de empresa mercantil en cooperativa no es fácil", según el presidente de Coceta: "Muchos papeleos, muchos jaleos y tensiones, muchos viajes, muchas reuniones... En definitiva, mucho estrés, pero siempre con visión de futuro y esperanza"; y todo ello tras "la capitalización del total de la prestación por desempleo y la aportación de los ahorros que cada uno tenía", resume Tapia.

Además, "la normativa española, salvo raras excepciones, te aboca a cerrar la empresa y luego constituir la cooperativa", lo que provoca, a juicio de Pedreño, una "pérdida de modelo y de imagen de marca". Según explica Tapia, "costó mucho recuperar a los clientes, porque desde el cierre de Inoxybel hasta la apertura de Tafinox transcurrieron más de ocho meses en los que los clientes buscaron otros fabricantes".

En el caso de Mula Confort, el proceso fue "largo y a veces frustrante", ya que tuvieron que esperar dos años "prácticamente en el paro, a que se aclarara el concurso de acreedores" para poder invertir sus ahorros en hacerse con la empresa.

Además, "costó, al principio, contactar con los proveedores, ya que la antigua empresa había dejado deudas y estaban un poco recelosos". En general, "costó bastante cambiar el chip de obreros a empresarios", resume García Llamas. "Emprender es bastante complicado y duro e implica mayor responsabilidad e inseguridad", explica Checa, quien reconoce que los trabajadores de Encoded Life estaban "acostumbrados a la dinámica de cumplir con el trabajo y luego desconectar".

Mol-Matric

Ahora, viven "en la incertidumbre". Para Sobral, una de las cosas más difíciles para los profesores del Conservatorio fue aprender a asumir nuevas funciones en la empresa: "Nos empezamos a encargar de las labores administrativas y de secretaría, y no teníamos ni idea". Además, para garantizar la viabilidad de la empresa, tuvieron que "ajustar el sueldo al mínimo, prescindir de pagas extras y dedicar muchas horas de trabajo".

Formar una cooperativa de trabajo implica muchos sacrificios, tanto de dinero como de tiempo, pero el trabajador siente el proyecto como propio: "Si formas parte del proyecto, estarás dispuesto a no cobrar algún mes o a hacer más horas, mientras que si eres empleado, no lo harás de tan buena gana", resume Pedreño.

A su juicio, esta es, junto a las ventajas fiscales, una de las claves del éxito de este modelo de emprendimiento. Además, el presidente de Coceta destaca que "el valor añadido y los beneficios generados por los trabajadores no se los embolsa ningún empresario, sino que se redistribuyen o se reinvierten en el mantenimiento y mejora de la empresa".

Impulso a la creatividad

La mayoría de los entrevistados subrayan la sensación de libertad al no tener jefes y el impulso a la creatividad y la innovación que ello supone. "Cambiamos la manera de dar clase y relacionarnos con los alumnos y sus familias", relata Sobral, que destaca la "libertad para innovar con nuevos cursos y proyectos lejos de los corsés de la enseñanza reglada".

Clases de piano a cuatro manos, formación musical para mayores y bebés, programas para enseñar valores cooperativos a través de la música en colegios son algunos ejemplos de las "nuevas aventuras en la enseñanza" que ha emprendido la cooperativa.

Checa también destaca que el trabajo en cooperativa ha impulsado a Encoded Life a "identificar necesidades de mercado y desarrollarlas, creando nuevos productos", como su proyecto estrella, "una aplicación para tabletas de estimulación cognitiva para personas mayores".

Mula Confort, por su parte, ha lanzado "una segunda marca enfocada a la fabricación de colchones al más alto nivel" y ha patentado un nuevo modelo de colchón. Tapia señala otra de las diferencias con respecto al trabajo asalariado: "Ahora, cada trabajador está más integrado en la fase productiva, a todos les toca hacer casi de todo. No están tan especializados como antes, todos forman parte del todo".

Los primeros frutos. Los resultados en el primer año de existencia de Mula Confort han sido buenos. "Para 2015 esperamos un aumento de la producción. Ojalá tengamos que ampliar la plantilla y rescatar a antiguos compañeros de la empresa extinta", señala García Llamas. Por su parte, Pizarro reconoce que Mol-Matric "está sufriendo la crisis", que ha golpeado con especial dureza al sector de la automoción: "Estamos sobreviviendo con mucho esfuerzo y sacrificio. Sabemos que de esta situación saldremos con nuestro esfuerzo diario, fortalecidos y orgullosos de haber podido mantener el 100% de la plantilla".

Crecen las iniciativas propias

En cuanto a Encoded Life, se mantiene en una "etapa de lucha" por hacerse un hueco en el mercado, dada su juventud. Checa indica que, a pesar de que la cooperativa "no genera beneficios todavía, ya se empiezan a ver algunos frutos, sobre todo a nivel de posicionamiento y nombre". Además, las "iniciativas propias van creciendo y generan bastante interés", lo cual les "ilusiona y anima a seguir adelante".

Tapia aprecia que "desde mediados de 2014, la cosa está levantando y actualmente se está pensando en contratar a una persona más como apoyo en la oficina técnica por la gran cantidad de presupuestos que entran". En Tafinox, en definitiva, "se empieza a notar la necesidad de más mano de obra por el aumento de la carga de trabajo".

El Conservatorio Histórico de Santiago ha tenido números rojos todos los años, "excepto en 2014". Sobral enfatiza que "cada año ha ido mejor que el anterior, y seguirá mejorando".

Reconoce que emprender es "una experiencia emocional muy dura, pero muy positiva". "Cuando haces una excursión a la montaña, esperas que al llegar arriba el cielo esté despejado, pero a veces está nublado. Sin embargo, sabes que el camino ha valido la pena", ilustra.

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