¿Sacarina contra el cáncer? Un estudio defiende que puede ser un inhibidor de los tumores

  • La sacarina podría conducir al desarrollo de fármacos para el tratamiento de los cánceres más agresivos de pecho, hígado, próstata riñones y páncreas.
  • Podría ralentizar su crecimiento y que los tratamientos sean más efectivos.
  • Durante décadas, el consumo de sacarina se había ligado al cáncer.
El aspartamo y la sacarina son dos de los edulcorantes artificiales más usados.
El aspartamo y la sacarina son dos de los edulcorantes artificiales más usados.
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El aspartamo y la sacarina son dos de los edulcorantes artificiales más usados.

"La sacarina era vista como el chico malo, y no lo era. De hecho, puede ser el chico bueno de esta película". Son palabras de Robert MacKenna, profesor de Bioquímica y Biología Molecular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Florida (UF), que firma un estudio que defiende que la sacarina puede tener efectos inhibidores sobre las células cancerígenas.

Su investigación arroja que este edulcorante artificial "tiene capacidad para inhibir una enzima presente en muchos tipos de cáncer" que contribuye a que las "células tumorales sobrevivan y entren en metástasis”. Los resultados del estudio se presentan en la convención que la Sociedad Químico Americana celebra en Denver.

Los investigadores creen que la sacarina podría, a la postre, conducir al desarrollo de fármacos que sirvan para el "tratamiento de los cánceres más agresivos que afectan al pecho, hígado, próstata riñones y páncreas". Lo curioso del caso es que el consumo de sacarina se ha ligado al cáncer durante décadas.

El descubrimiento se produjo después de que un graduado asistente de investigación, Brian Mahon, se preguntara cómo podía la sacarina actuar sobre la enzima "carbonic anhydrase IX" que se detecta en un gran número de cánceres agresivos. Tras realizar una serie de experimentos preliminares, los investigadores estudiaron los efectos de la sacarina sobre las células malignas de un cáncer de pecho. "Literalmente vimos que el índice de crecimiento de las células cancerígenas descendía lentamente cuando echábamos el edulcorante", apuntó McKenna.

La primera conclusión es que una base de sacarina podría usarse, probablemente, en conjunción con otros fármacos para tratamientos de cáncer como quimioterapia y radiación, según los científicos, ya que el edulcorante "puede ralentizar el crecimiento del cáncer y ofrecer una oportunidad" para que los tratamientos citados "sean más efectivos" en la batalla contra esta enfermedad.

Irónicamente, este edulcorante fue tiempo atrás calificado de potencialmente cancerígeno, aunque en la actualidad la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE UU considera la sacarina como un producto de consumo seguro.

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