El Parlamento andaluz se fragmenta y finiquita el bipartidismo

La presidenta andaluza y candidata socialista a la presidencia de la Junta, Susana Díaz (c), se felicita por los resultados de las elecciones andaluzas, en las que ha conseguido 47 escaños, junto a miembros de la ejecutiva regional, militantes y simpatizantes del PSOE-A en el Palacio de Congresos de Sevilla.
La presidenta andaluza y candidata socialista a la presidencia de la Junta, Susana Díaz (c), se felicita por los resultados de las elecciones andaluzas, en las que ha conseguido 47 escaños, junto a miembros de la ejecutiva regional, militantes y simpatizantes del PSOE-A en el Palacio de Congresos de Sevilla.
Julio Muñoz / EFE
La presidenta andaluza y candidata socialista a la presidencia de la Junta, Susana Díaz (c), se felicita por los resultados de las elecciones andaluzas, en las que ha conseguido 47 escaños, junto a miembros de la ejecutiva regional, militantes y simpatizantes del PSOE-A en el Palacio de Congresos de Sevilla.

Tras 15 intensos días de campaña, la fiesta de la democracia ha conseguido que Andalucía comience a escribir una nueva página en su historia. Estrena un Parlamento mucho más fragmentado y plural.

Es el fin del bipartidismo, con la irrupción de nuevos colores y nuevas formaciones. Al rojo, azul y verde de PSOE-A, PP-A e IULV-CA, se unen desde este domingo el morado de Podemos y el naranja de Ciudadanos. Se quedan fuera el magenta de UPyD —que albergaba grandes esperanzas en estos comicios— y el también verde del PA.

Según el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA), el nuevo Parlamento andaluz se constituirá el próximo 16 de abril. Susana Díaz necesita el apoyo de una minoría simple de la Cámara para ser investida de nuevo presidenta de la Junta. Según el Estatuto de Autonomía, si pasados dos meses desde la primera votación ningún candidato consigue ser investido, el Parlamento quedaría disuelto automáticamente y habría que repetir las elecciones.

Así queda el nuevo panorama político andaluz.

Mapa de la cámara

  • PSOE-A. Susana Díaz ha ganado las elecciones (47 escaños), pero se queda a 8 diputados de la mayoría absoluta, y tendrá que pactar o gobernar en minoría mediante acuerdos. La líder socialista ha conseguido uno de sus objetivos: ser refrendada en las urnas por los ciudadanos. Pero no el que más ansiaba: gobernar en solitario. Aun así, los resultados tienen una lectura en clave nacional, a dos meses de las elecciones municipales y algunos más de las nacionales, dos citas en las que el PSOE podría verse arrastrado por la victoria obtenida en uno de sus principales bastiones. De momento —a tenor de lo que ella ha mantenido durante toda la campaña e incluso antes— parece que Díaz se quedará en Andalucía y podría dejar el camino libre a Pedro Sánchez en las primarias de julio.
  • PP-A. Batacazo histórico de los populares, que en 2012 ganaron con 50 escaños, aunque no pudieron gobernar por el pacto entre PSOE-A e IULV-CA. Su líder, Juan Manuel Moreno, sustituto de Javier Arenas (que llegó a presentarse como candidato hasta en cuatro ocasiones), solo consiguió 33 diputados. Pierden más de medio millón de votantes.
  • IULV-CA. La que tradicionalmente ha sido tercera fuerza del Parlamento se convierte en la segunda más perjudicada del 22-M. En los comicios de 2012 fueron la llave del Gobierno; los 5 escaños de ayer, en cambio, los sitúan como la última formación de la Cámara.
  • Podemos. El partido que lidera Pablo Iglesias ha irrumpido en el Parlamento como tercera fuerza. Han sido los grandes vencedores, con 15 escaños. El partido de moda, que ha financiado su campaña con microcréditos ciudadanos (más de 300.000 euros) y que se presenta como la alternativa a la «casta», confirmó anoche que han llegado a la política para quedarse. El boom de Podemos es ya una realidad.
  • Ciudadanos. Han sido la gran sorpresa del 22-M. El partido liderado por Albert Rivera tiene la posible llave del Gobierno andaluz, aunque su candidato, Juan Marín, dijo este domingo que su formación no va a "entrar en ningún pacto de gobierno". Sin embargo, sus 9 escaños, sumados a los 47 de los socialistas, serían suficientes para formar un nuevo bipartito.
  • UPyD y PA. Ambos vuelven a quedarse fuera del Parlamento. Pierden votantes respecto a 2012.
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