En el mundo hay 1.900 millones de adultos con sobrepeso, un 39% de los cuales padecen obesidad, según datos de la Organización Mundial de la Salud. En nuestro país, los porcentajes también son preocupantes. El último informe de la OCDE apunta que en España el 16% de los adultos son víctimas del sobrepeso.
Los datos resultan aún más graves si tenemos en cuenta que vivimos en un lugar donde lo “natural” sería el consumo de la dieta mediterránea, rica en fruta, verdura y una proporción equilibrada entre los platos de carne y pescado. Sin olvidarnos del aceite de oliva, de alto contenido en Omega 3, en detrimento de otros productos básicos como la mantequilla, un lácteo graso y procesado.
El aumento de la vida sedentaria y la aceptación de hábitos alimenticios importados inducen al consumo de alimentos hipercalóricos, ricos en azúcares y grases poliinsaturadas. Así, el incremento de peso se ha convertido en un problema de salud que incide en patologías cardiovasculares y un aumento de enfermedades como diabetes, colesterolemia, hipertensión y otros problemas médicos.
“La mejor herramienta que poseen padres, médicos y educadores para reducir la grasa excedente es el ejercicio”, asegura Manuel Villanueva, traumatólogo y director médico de Avanfi. Claro que al problema de salud se ha añadido uno de aceptación social.
El complejo inmoviliza e impide comenzar, en algunas ocasiones, el ejercicio recomendado por los médicos. En este sentido, el doctor recuerda que “la actividad deportiva es para todos” y recomienda a aquellos que tienen miedo de dar el primer paso por sentirse mal con su peso que recuerden que “deben dejarse llevar y olvidar el malestar que sienten en relación con su cuerpo”.
Villanueva recuerda la expresión “todo el que tiene cuerpo lleva un atleta dentro” y recomienda a las personas con sobrepeso y obesidad comenzar la práctica del deporte siguiendo los siguientes consejos:
- Comience, simplemente, por moverse. Levántese del ordenador y abandone el sofá. Nuestra casa y nuestro entorno están plagados de escaleras que subir y bajar. Tampoco es desdeñable que piense en ir caminando al trabajo o a la compra. Otro método sencillo para consumir calorías es participar de forma más activa en las labores domésticas. Saber, por ejemplo, que al fregar el suelo, se consumen 640 calorías, le animará.
- Reduzca la ingesta de calorías a la vez que quema grasa con el ejercicio.
- Controle el peso semanalmente para evaluar los progresos, sin obsesionarse, por favor.
- Deje sobre todo que la actividad sea natural, sin forzar. No se tratar de convertirse en un deportista de élite, así que mejor ir pausado y a buen ritmo, y conseguir vivir muchos más años y con buena calidad de vida. Por ejemplo, debemos controlar el paso que llevamos al caminar, que debe ser el que podemos mantener sin gran esfuerzo. Si vamos en grupo con otras personas, vayamos a nuestro ritmo.
- Cuando empiece a sentirse mejor consigo mismo, se debe intentar alguna actividad más exigente. En el momento en que el cuerpo se lo pida, puede iniciarse en caminar más deprisa, ir al gimnasio, bailes de salón o jugar al pádel. Es importante buscar la actividad deportiva que pueda resultarnos atractiva a priori y que consiga engancharnos.
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