El médico de 'El Candasu' niega que le recetara Colme o que estuviera a tratamiento por alcoholismo

Empleados y ex empleados del 'Lavaderu' niegan haber ido habitualmente bebidos o drogados al trabajo
Juicio de 'El Candasu'
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EUROPA PRESS
Juicio de 'El Candasu'

La segunda sesión del juicio contra Andrés Avelino F.F., conocido como 'El Candasu' y acusado de envenenar a sus compañeros de trabajo en la sidrería gijonesa 'El Lavaderu', ha concluido con la versión contrapuesta del médico de Atención Primaria del imputado, que negó haberle recetado Colme o tener constancia de que estuviera a tratamiento por alcoholismo, y la de la auxiliar de la farmacia en la que supuestamente adquiría dos veces al mes este medicamento.

De esta forma, durante la vista oral de este viernes celebrada en el Juzgado de lo Penal 1 de Gijón, si bien el médico confirmó que le había recetado otros medicamentos, negó que fueran Colme. La auxiliar de farmacia, que incluso aportó a la Policía tickets de compra de los medicamentos adquiridos por el acusado, declaró que si bien siempre se le expedían estos con receta, en una ocasión se le adelantó el fármaco y la trajo al día siguiente.

También una de las supuestas víctimas, la que indicó a la Policía la farmacia donde se compraba el Colme. Esta indicó que tras encontrar unos frascos vacíos de este medicamento en la basura de la sidrería, y al reconocerlos porque un familiar suyo había estado a tratamiento de alcoholismo con estos, se lo contó a un compañero.

Fue este quien acudió a la farmacia, relativamente próxima a la sidrería, y preguntó sobre si algún trabajador del bar lo compraba allí. En la farmacia confirmaron este hecho y reconocieron que era el imputado.

Por otro lado, de los testigos que declararon en este día, todos coincidieron en haber tenido los mismos síntomas o muy parecidos, y que cuando no iban al trabajo cesaban los problemas. En esta línea, uno de ellos, que durante unos meses había sido socio del gerente de la sidrería, llamó la atención sobre que conocía desde hacía años al acusado y que, curiosamente, sus problemas de salud comenzaron después de una discusión laboral con este, al no estar de acuerdo el procesado con un cambio en los turnos de trabajo.

Nunca enfermaban

También en su gran mayoría incidieron en el hecho de que ninguno de los dos acusados, el imputado y su pareja, comían en la sidrería, donde ambos trabajaban en el momento de los hechos, ni se ponían enfermos.

Y sobre el argumento dado por el imputado sobre que los compañeros que estaban malos era porque venían bebidos y drogados al trabajo, la gran mayoría reconoció que si bien solían beber al finalizar la jornada, no llegaban en malas condiciones al trabajo, aunque en el juicio se reconoció que pudo haber algún caso puntual.

Además, en el juicio, el camarero que cogió los frascos con el supuesto Colme al acusado se ratificó en que había visto a este echar gotas de ese frasco a un café del encargado y a la botella de agua de una compañera, y en otra ocasión le vio manipular el zumo de otro compañero. Después de enseñarle este los frascos a su jefe, decidieron llevarlos al Instituto de Toxicología para que los analizaran, pero allí les derivaron a la Comisaría.

La tercera y en principio última sesión del juicio se celebrará el próximo día 26, con la continuación de la declaración de los testigos y la presentación de las pruebas periciales y alegados finales.

65

Años de cárcel

De acuerdo al relato fiscal, el imputado, ayudante de cocina de la sidrería, está acusado de suministrar un fármaco, a través de la comida, a 19 compañeros de trabajo, al menos desde 2004 y hasta septiembre de 2012. Por estos hechos, la Fiscalía de Área de Gijón solicita penas que suman 65 años de prisión, el pago de multas por valor de 4.320 euros y de indemnizaciones que rondan los 65.000 euros para el acusado. El segunda sesión del juicio, de las tres previstas, será este viernes, a partir de las 9.15 horas.*

La Fiscalía también señala en su informe que el medicamento era suministrado al acusado, por su relación de confianza, en una farmacia de Gijón, incumpliendo la normativa que exige su dispensa bajo receta médica, hecho por el que se sigue un procedimiento administrativo en la Conserjería de Sanidad del Principado de Asturias.

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