Cocinando con los niños: recetas para hacer con los más pequeños

  • Enseñarles a cocinar desde niños es una manera de conseguir que de mayores disfruten de una dieta variada y una mejor salud.
  • La pasta les encanta y es una de las grandes recetas para hacer toda la familia.
  • Una manera de introducir al niño en el consumo de pescado es con el 'papillote'.
Dos niños en la cocina, preparando una receta.
Dos niños en la cocina, preparando una receta.
GUIA REPSOL
Dos niños en la cocina, preparando una receta.

Habrá quien piense que los fogones no son lugar para niños. En realidad hay muchas actividades en la cocina más allá de estar al fuego o coger cuchillos; hay quehaceres para todas las edades. Además de diversión, enseñarles a cocinar desde niños es una manera de conseguir que de mayores disfruten de una dieta variada y una mejor salud.

Pelar ajos, cortar el brócoli, limpiar lechuga, rallar zanahoria… cualquier actividad es buena siempre y cuando sea para enseñar unos valores, los culinarios, que afectarán positivamente a la salud de los pequeños.

La pasta les encanta y es una de las grandes recetas para hacer con toda la familia. Con una buena escaleta de pasos y las cantidades justas se puede elaborar la masa en casa y darle forma según se quiera. Y si la elegida es una pasta rellena, el menor siempre puede ser quien introduzca la carne en los tortellini. Las recetas de canelones y lasaña son ideales para pasar un buen rato. Las empanadillas siguen la misma técnica, solo que estas se pueden cerrar con la ayuda de un tenedor de postre, marcando con el tridente los laterales.

El rebozado, una técnica tan española, es una buena opción para tener a los niños entretenidos. San Jacobos –donde también pueden hacer ellos los rellenos– o filetes empanados son los más clásicos. El paso de la fritura será mejor dejárselo a los mayores de la casa.

Una manera de introducir a los niños en el consumo de pescado es con el papillote, una técnica en la que el alimento se envuelve en papel de aluminio y se asa al horno. Los niños pueden elegir cuáles son sus ingredientes preferidos y así enseñar a su paladar a reconocer diferentes sabores.

Los hijos también pueden ser quienes limpien los boquerones o los chipirones, pues solo necesitan sus manos y un buen chorro de agua. Con los pescados, también pueden ser ellos quienes los rebocen y preparen su sabroso adobo. También son capaces de limpiar gambas y langostinos que luego se cocinan al ajillo o se hierven para una ensaladilla rusa. ¿Por qué no que también preparen ellos la mayonesa? Así verán que de manera natural, también se puede preparar en casa.

Podemos trabajar con ellos la carne picada, con la que disfrutarán de lo lindo porque tendrán la posibilidad de guarrearse hasta los codos. Ajo, sal, pimienta, perejil… que ayuden ellos a elegir el aliño de la carne y luego formen sus propias albóndigas y hamburguesas para toda la familia. El mismo juego se puede hacer con las croquetas, donde los pequeños pueden tomar la masa como si se tratara de plastilina. Su papel será rebozarlas en harina, huevo y pan rallado.

No nos hemos olvidado de los dulces. Medir cantidades de harina, chocolate, azúcar… es una buena labor. Igual que batir los ingredientes. Algo más costoso pero igual de gratificante es preparar pan en casa. Tortitas a cualquier hora del día: harina, azúcar y leche en precisas cantidades es lo único que se necesita. El relleno, después, es cuestión de gustos.

Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!

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