El PRC ha tachado de "inadmisible" la situación por la que están atravesando los trabajadores de la empresa TEMS.

El secretario general y candidato a la Presidencia de Cantabria por el Partido Regionalista de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, el portavoz parlamentario y vicesecretario general del PRC, Rafael de la Sierra, y el alcalde de Bárcena de Cicero, Gumersindo Ranero, se han reunido con los trabajadores con el fin de conocer los pormenores del ERE en el que se encuentran.

Los trabajadores trasladaron a los representantes regionalistas su preocupación por que "ven peligrar" sus derechos, ya que solo les han abonado cinco días por año trabajado, cuando la normativa actual marca 20 días, lo que les obliga a acudir al Orecla para reclamar la indemnización "digna" que les corresponde "después de haber aceptado trabajar horas extras sin cobrar, buscando la viabilidad de la empresa".

Por ello, el PRC ha considerado "inadmisible" esta situación que, en su opinión, supone "reírse de los trabajadores y de la propia normativa". A la reunión asistieron los 16 trabajadores que quedan en la empresa, que llegó a tener más de 40, y que cierra, según denuncian, por el "abandono y la desidia" del empresario.

En este sentido, los trabajadores recordaron que, a lo largo de sus 30 años de historia, TEMS consiguió ser un referente en la Comunidad Autónoma en su actividad: diseño, construcción, puesta en servicio y servicio técnico post-venta de instalaciones electromecánicas a medida del cliente, con una amplia cartera de clientes, entre los que destaca Robert Bosch o Nissan.

Según han señalado, los problemas comenzaron a surgir en los últimos años, cuando TEMS pasa a manos del Grupo Cropu que reduce el número de pedidos y, por consiguiente, disminuye la cifra de negocio, produciéndose una reducción sistemática de la plantilla. En 2013, prescinden de otros 20 contratos.

Los trabajadores se preguntan si la situación es debido a una "gestión pésima", ya que algunos de sus excompañeros se han establecido por su cuenta y han contratado a otros por "los pedidos", mientras que la empresa alega que no existen.

Por ello, lamentan la "falta de ética, moral y humanidad para cerrar una empresa, dejando a 16 trabajadores en la cola del paro, y sin satisfacer el pago de los finiquitos e indemnizaciones" que merecen "cuando el Grupo Cropu, al que pertenece TEMS, tiene sobrada liquidez".