Fulcanelli dice estar harto de «no poder dormir por culpa de los vecinos». «Ponen la música muy alta pasadas las dos de la madrugada. Como no suelen bajarla termino llamando a la Policía y me dicen que no tienen efectivos suficientes». El lector asegura que a veces «dan las siete de la mañana y no consigo pegar ojo pese a las muchas llamadas a los agentes por culpa de mis vecinos».

Los niños no pueden llegar a los surtidores

En la plaza de Soledad Torres Acosta, detrás de Callao, Carlos Sureda aplaude la idea de «los surtidores de agua que hacen las delicias de los más pequeños». No obstante critica que desde hace una semana «hay vallas que impiden el acceso a los niños».

Giro «peligroso» en glorieta de Pirámides

La salida a la glorieta de Pirámides desde el túnel de M-30 obliga, según Carlos González, a girar al Paseo de Las Acacias «lo que obliga a hacer un giro muy peligroso». «Han puesto bolardos verdes pero ya están rotos», lamenta.

No se cumplen los horarios en el bus

«Soy usuaria de la línea de autobús 224 (Madrid-Torrejón de Ardoz) que sale del Intercambiador de Avenida de América», dice Soledad Rodríguez. Al parecer, la línea tiene programadas las frecuencias cada 5-10 minutos, pero «no se cumplen nunca lo que nos ocasiona muchos trastornos a los usuarios».

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