El sindicato UGT asegura que si el juez considera que Rafael Eduardo Torres, exconsejero de Caja Madrid, "cometió alguna ilegalidad" al usar su tarjeta b, devolverá todo el dinero, pero recuerda que el pasado mes de octubre en rueda de prensa ya informó de que los gastos se correspondieron con la actividad sindical, algo que no consideraron irregular.

"La mayoría de los gastos que realizó Rafael Torres correspondieron a la actividad de representación de los trabajadores y de los representantes sindicales de los órganos unitarios de Caja Madrid", dicen en un breve comunicado difundido este jueves, repitiendo el discurso de octubre del secretario general de FeS-UGT, José Miguel Villa.

Torres ha declarado este jueves ante el juez Andreu y le ha dicho, según fuentes jurídicas, que las dietas que recibía por acudir a la Comisión de Control de Caja Madrid se ingresaban en una cuenta del sindicato, y que por ello, parte del dinero de la tarjeta black lo usaba para pagar gastos derivados de su actividad como representante de UGT.

Entre esos gastos, según las fuentes, entrarían viajes, comidas, papelería o imprenta. Asimismo, habría dicho que UGT estaba al corriente de esta actividad, y que la Comisión Ejecutiva Estatal del sindicato la vigilaba y la avalaba. El sindicato matiza en su comunicado que algunas informaciones "atribuidas a fuentes jurídicas" no son ciertas.

En octubre, UGT decidió no tomar medidas contra Rafael Torres, su representante en la comisión de control de Caja Madrid; otros miembros sindicales, como por ejemplo José Ricardo Martínez, sí manifestaron su intención de devolver el dinero (44.200 euros, en ese caso). Los gastos que se le imputan a Torres son de 82.300 euros en total.