Un inventario recoge los usos tradicionales de la fauna y flora española para evitar su pérdida

  • La elaboración de este inventario se inició hace 30 años y en él se recogen numerosos conocimientos de la cultura popular relativos a la biodiversidad.
  • Con este libro se busca sistematizar y conservar unos conocimientos que corren el riesgo de desaparecer ante la decadencia de la vida rural.
Cipselas de Diente de León, una especie de planta con flor presente en España que tiene propiedades terapéuticas.
Cipselas de Diente de León, una especie de planta con flor presente en España que tiene propiedades terapéuticas.
WIKIPEDIA / Luc Viatour
Cipselas de Diente de León, una especie de planta con flor presente en España que tiene propiedades terapéuticas.

El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente acogió el pasado jueves la presentación del Inventario Español de Conocimientos Tradicionales relativos a la Biodiversidad, un libro promovido por el ministerio ante la obligación de promover este tipo de estudios exigida por la Ley 42/2007 del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, en el que se recogen usos de recursos naturales que forman parte de la cultura popular.

Federico Ramos, Secretario de Estado de Medio Ambiente, se ha encargado de inaugurar una mesa redonda en la que varios de los autores de este manual han compartido su experiencia en la elaboración de este trabajo. Una labor que se inició hace 30 años y en la que han colaborado 65 expertos multidisciplinares, entre los que cuentan biólogos, ingenieros, filólogos o lingüistas.

“Sería un error perder esa cultura que hemos desarrollado históricamente mediante el intercambio con la naturaleza. A pesar de que ahora tenemos puesta la mira en el conocimiento científico, este acude en numerosas ocasiones a los descubrimientos tradicionales que forman parte de la memoria colectiva y que debemos mantener”, aseguraba Ramos.

En la misma línea, Rufino Acosta, Doctor en Antropología Social de la Universidad de Sevilla, ha destacado que existen ámbitos del conocimiento a los que la ciencia aún no ha alcanzado y en los que queda mucho por descubrir, y entre esos ámbitos se encuentra la amplia variedad de especies vegetales que existen en España. “Aunque el uso de estas plantas no siempre responde a un requisito básico de la ciencia como es el de comprobación,  sí que generan unos resultados reconocidos tradicionalmente que no podemos negar”, señalaba.

Adaptación al medio

Los conocimientos tradicionales sobre biodiversidad han sido definidos por el Doctor en Biología de la Universidad Autónoma de Madrid, Manuel Pardo de Santayana, como un conjunto de saberes, creencias y dichos que” surgen de la experiencia de la gente que vive en un lugar determinado y que tiene la necesidad de adaptarse al medio, surgiendo un intercambio en esa adaptación que se irá transmitiendo de generación en generación”.

Ha surgido entonces la figura del “curandero”, al que Honorio Velasco, Catedrático de Antropología Social de la UNED, ha apelado como “un experto tradicional que tenía la capacidad de poner a prueba esos conocimientos populares y determinar su continuidad o su nulidad, lo cual, acompañado de las creencias simbólicas que se le atribuían, le situaban en una posición privilegiada que todavía hoy se mantiene”.

Especies en peligro de extinción

España es el tercer país de Europa, después de Turquía e Italia, con mayor número de estudios etnobotánicos, lo que permite conocer que existen en el país en torno a 3.000 especies de plantas que tienen un uso tradicional, de las que aproximadamente la mitad se usan para fines medicinales. Muchas de esas especies se encuentran en peligro de extinción y su recolección ha sido prohibida, lo que no impide que a nivel local se sigan consumiendo.

Reyes González-Tejero, profesora de Botánica de la Universidad de Granada, señalaba respecto a esto que “cuando el uso tradicional de una especie sale de su ámbito territorial y además entra en el ámbito comercial, se corre el riesgo de que algunas especies lleguen a extinguirse, y por lo tanto es necesario llevar a cabo un mayor control”.

Un conocimiento amenazado

Este libro tiene como objetivo sistematizar todos estos conocimientos tan amplios y tan ricos, sistematizándolos y ordenándolos de una forma divulgativa, que permita a futuras generaciones acceder a conocimientos que cada día están en un mayor riesgo de desaparecer.

Honorio Velasco destacaba que “nuestra fuente de conocimiento son los mayores, pero esa cadena de aprendizaje se ha roto. Las zonas rurales se han despoblado y eso, sumado a la decadencia de la vida social, supone una amenaza para estos conocimientos tradicionales.”

Es por ello que este trabajo busca adaptarse al lenguaje de las nuevas formas de conocimiento, sirviéndose de nuevas herramientas que le doten de una mayor perspectiva y un mayor alcance de difusión e interacción.

Desde el pasado jueves está disponible en la web del ministerio esta edición del informe de conocimientos populares sobre biodiversidad.

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