El experto en psicología clínica Enrique Echeburúa considera que la Ley Contra la Violencia de Género ha desempeñado un papel muy positivo y ha conseguido una adecuada coordinación a todos los niveles, si bien opina que esta labor es "insuficiente" para hacer freno a las agresiones de pareja en el ámbito preventivo.

Para este especialista, España discurre por el "buen camino" pese a las críticas contra la normativa sobre violencia de género, que en su opinión supuso "un antes y un después", puesto que el número anual de mujeres fallecidas se ha mantenido relativamente estable en el último decenio —entre 50 y 70— y ha registrado incluso una tendencia a la baja en los últimos dos o tres años.

Sin embargo, cree que el "gran problema" que se presenta es centrarse en las 130.000 mujeres que denuncian casos de violencia o en las 600.000 que son víctimas de malos tratos. Es ahí, ha subrayado, donde debe "forzarse" la participación de todos los sectores sociales, así como de los medios de comunicación, que a su juicio tienden a abordar las situaciones de forma morbosa y no dan reflejan al aspecto positivo de lo que supone, por ejemplo, una denuncia.

"En la prevención deben estar implicados todos los ciudadanos en cada uno de sus roles, ya sea como padres, educadores, personas que ejercen cierta influencia social o medios de comunicación. Todos tenemos una responsabilidad", ha incidido.

Este catedrático de la Universidad del País Vasco, que ve necesario profundizar en la investigación para evitar en la medida de lo posible que se produzcan dramas, considera que la prevención tiene que girar en torno a varios pilares. Por un lado, sobre el ámbito familiar y escolar, en el que se debe procurar ofrecer una educación "igualitaria y no sexista" y enseñar habilidades de comunicación para solucionar los problemas frente al uso de la violencia.

Desde el punto de vista social, por otra parte, ha destacado la importancia de apoyar las necesidades de las víctimas a nivel económico, psicológico y jurídico con el fin de favorecer la denuncia o el acceso a los servicios sociales, algo que, según ha valorado, ya se está consiguiendo. "Eso debe existir también los pequeños núcleos rurales y los distintos centros para que la mujer no se sienta sola ante una situación de maltrato", ha advertido.

Por último, ha apuntado la necesidad de hacer hincapié en la atención clínica a las maltratadas para ayudarles a superar el lastre psicológico que arrastran para que puedan organizar un futuro esperanzador y no queden "encadenadas" al estereotipo de ser víctimas de por vida.

Para este experto, es también vital prestar atención a los agresores dado el alto número en España y saber cómo actuar con ellos, principalmente los más jóvenes, para poder así proteger a potenciales víctimas.

Radar para detectar maltratadores

En declaraciones recogidas por Europa Press, Echeburúa ha llamado asimismo a atender a familias y menores, así como a crear una sensibilidad para que los juicios sean lo más rápidos posible, guardando al máximo las garantías, para evitar una "victimización secundaria" de quienes sufren violencia. Al mismo tiempo, ha resaltado la relevancia de enseñar a las féminas, sobre todo las más jóvenes, a desarrollar "una especie de radar" para detectar a los posibles maltratadores, especialmente cuando aún no hay una vida en pareja, hipotecas o hijos en común y es posible afrontar la ruptura cuando la relación no es satisfactoria.

Este experto ha puesto de manifiesto algunas claves para constatar la presencia de un posible maltratador. Episodios de cólera frecuentes; falta de amistades estables; implicación en actos de crueldad o humillación sin arrepentimiento; intentos de control de la pareja a través de la forma de vestir o "metiendo cizaña" entre las amigas; conductas de acoso o falta de arrepentimiento en general son comportamientos que, si se dan en su conjunto y de modo habitual, deben llevar a reflexionar a una persona acerca de con quién va a compartir su vida.

Echeburúa ha impartido este jueves en el campus segoviano de la Universidad de Valladolid (UVA) una conferencia magistral sobre las raíces y la prevención de la violencia de género en el marco de las jornadas 'La violencia: prevención educativa e intervención social', organizadas por el centro académico y la Diputación de Segovia como parte de un proyecto para analizar estrategias y medidas que se puedan aplicar en la provincia.

Autor de una treintena de títulos sobre violencia familiar, en el ámbito de la pareja y agresiones sexuales, este investigador puso en marcha en 1991 un centro de violencia familiar a través de un convenio entre la Universidad del País Vasco, el Instituto de la Mujer de esta comunidad y las distintas diputaciones para el desarrollo de un programa de tratamiento de las víctimas de agresiones de pareja.

En su intervención, este especialista ha lamentado que el país sufre un problema "importante" de fallecimientos por maltrato, aunque ha alertado de que detrás de él se oculta otra realidad, la de las 130.000 denuncias anuales por este tipo de violencia, que denotan situaciones menos dramáticas por no conllevar la muerte de las víctimas pero que son "absolutamente inaceptables" y suponen un empobrecimiento en la calidad de vida de las mujeres, cuando no una interferencia emocional grave en sus circunstancias.

Echeburúa ha advertido además de que la violencia de género se denuncia con escasa frecuencia por temor a acudir a los juzgados, principalmente en entornos pequeños, por lo que esas más de 100.000 notificaciones son solo "la punta del iceberg".

La inauguración de las jornadas, que se extenderán hasta junio, ha contado con el presidente de la Diputación, Francisco Vázquez; el vicerrector de la UVA en Segovia, Juan José Garcillán; la subdelegada del Gobierno, Pilar Sanz, y la profesora del Departamento de Pedagogía Sofía Díaz de Greñu. Esta última ha reivindicado la educación como la herramienta "más eficaz" para erradicar la violencia sexista, mientras que Pilar Sanz ha llamado a la implicación de todos para acabar con ella. La subdelegada ha afirmado que la Administración General del Estado no escatima esfuerzos para luchar contra el maltrato y ha puesto en valor el apoyo a las víctimas que realizan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

El presidente de la Diputación ha destacado por su parte la labor de la entidad para detectar y atender los casos y dar cobertura a las víctimas. En 2014, los Servicios Sociales de la Institución provincial atendieron 90 casos, 17 de los cuales tuvieron como afectadas a personas dependientes y seis se dieron en el círculo filio-parental.