La Real Asociación de Hidalgos de España ha donado a los nueve archivos históricos de Castilla y León, al Archivo General y a la Biblioteca regional varias publicaciones en las que se recopilan pleitos de hidalguía de los siglos XV al XIX así como otras documentaciones genealógicas y relativas a fondos nobiliarios.

El tesorero de la Real Asociación, Manuel Ladrón de Guevara e Isasa, ha explicado el contenido de estos tomos, acompañado por el director general de Políticas Culturales de la Junta de Castilla y León, José Ramón Alonso, en una visita al Archivo Histórico Provincial de Valladolid.

Ladrón de Guevara ha detallado que estas publicaciones, que están ya a disposición de los particulares reúnen "todos los temas relacionados con genealogía, la heráldica y los asuntos nobiliarios que se han recopilado después de un amplio trabajo realizado principalmente en los archivos de la Real Chancillería de Valladolid y también en la de Granada y en los archivos de Aragón y Navarra.

A juicio del tesorero de la Asociación, estas publicaciones pueden resultar especialmente útiles para los historiadores, pero también para los herederos de los hidalgos españoles, que, además del lógico interés familiar o "nostálgico", pueden requerir de estos documentos para acceder a corporaciones como las órdenes militares o las reales maestranzas.

Las publicaciones son el fruto de un trabajo iniciado, en el caso del archivo de la Real Chancillería de Valladolid, en el año 2007, cuando la Asociación firmó un convenio con la Junta para recopilar los pleitos de hidalguía que se custodian en el archivo. Se comenzó por los siglos XIX y XVIII, y tras un breve parón de tiempo, se retomó el trabajo para continuar con el XVII, el XV y el XVI, en el que todavía se lleva a cabo la labor de investigación.

Como ha explicado Ladrón de Guevara, las publicaciones se basan fundamentalmente en los pleitos de hidalguía, que eran el trámite que debían realizar los supuestos hidalgos en España para demostrar su origen noble y que se utilizaron hasta el Siglo XIX, cuando aún pervivían los estamos sociales en el país.

Estos pleitos eran "la manera de acreditar" el origen hidalgo cuando las familias, por ejemplo, cambiaban su lugar de residencia y querían que se les tuviera en cuenta como tales.

Las salas de hijosdalgo

Los trámites sólo se realizaban en las denominadas salas de Hijosdalgo existentes en la Real Chancillería de Valladolid, para el territorio situado del río Tajo hacia el norte, y en Granada para los residentes al sur del Tajo, las Islas Canarias y las posesiones exteriores de España.

De hecho, la Asociación también se encuentra en pleno desarrollo de la labor de investigación en la Real Chancillería granadina, donde ya ha concluido el trabajo sobre el Siglo XV y se encuentra mediado el del XVI. Del mismo modo, tienen convenios similares con el Gobierno de Navarra para el Archivo Real y General de Navarra y con la Diputación General de Aragón para el archivo de esta Comunidad.

En todo caso, el tesorero de la Real Asociación de Hidalgos ha destacado que la documentación existente en la Chancillería de Valladolid es "mucho más completa", pues ha asegurado que se creó el archivo "al poco tiempo" de la creación de la Sala de Hijosdalgo, mientras que en Granada no se oficializó el archivo de documentos hasta el Siglo XIX, por lo que hasta entonces los legajos estuvieron diseminados por las distintas escribanías.

Además, ha apuntado Ladrón de Guevara, se incluyen documentaciones sobre la nobleza que se hallan en el Archivo Histórico Nacional.

Otro de los trabajos que afrontan actualmente los investigadores que colaboran con la Asociación —en Valladolid son dos profesionales— en la actualidad es un estudio para reflejar las circunstancias sociales en las que vivían los pretendientes a la hidalguía en las distintas etapas recogidas (Siglos XV al XIX).

El representante de la Real Asociación de Hidalgos ha incidido en que la función que pretenden con esta donación "no es para nada suplir a los archivos" sino "incentivar que se sepa lo que hay en el archivo para que los interesados vengan a consultar la totalidad" de los documentos.

Como ha destacado José Ramón Alonso, los temas genealógicos, nobiliarios y heráldicas son "una de las materias que tradicionalmente han atraído más investigadores a los archivos históricos" y que en los últimos tiempos generan un gran volumen de consultas en el Portal de Archivos de la Junta de Castilla y León (http://www.archivoscastillayleon.jcyl.es), a donde acuden particulares "de muchas partes del Mundo".

Para Alonso, las obras de genealogía de la editorial de la Asociación de Hidalgos resultan "de gran interés" porque permiten repasar con gran rapidez la información. De hecho, ha apuntado que en los tomos que ya están disponibles en los archivos y la biblioteca se observa ya su elevada utilización.

"maravillas desconocidas"

El director general de Políticas Culturales ha querido ensalzar a los archivos como "maravillas desconocidas", por lo que asegura que la Junta de Castilla y León ha incrementado su labor para la mejora de los fondos documentales.

En este sentido, ha detallado que a lo largo de 2014, pasaron por los archivos 23.540 investigadores que realizaron 63.655 consultas presenciales, mientras que se recibieron más de 23.000 por correo electrónico y otras 41.231 a través del portal web de Archivos, en el que además se han consultado más de 230.000 páginas.

En el pasado año, ha añadido Alonso, se han incorporado más de 28.000 unidades a unos archivos que cuentan con 165 kilómetros de estantería y tienen digitalizadas, por ejemplo, más de 245.000 imágenes.

Tanto Alonso como Ladrón de Guevara han ensalzado la labor de los archivos, definidos también por el director general como "una parte riquísima del patrimonio menos conocido" y una "pieza clave para la herencia de la herencia y la riqueza cultural". También ha subrayado la "buena conservación", algo en lo que ha coincidido el representante de la Asociación de Hidalgos, que ha destacado aun más este logro por las "vicisitudes" que ha vivido España en forma de guerras y en las que una de las primeras actuaciones que se tomaba era "quemar los archivos".