Científicos y expertos, entre ellos profesores de la propia Universidad de Zaragoza y geólogos, cuestionan que el dragado del Ebro propuesto por el Gobierno de Aragón para frenar las crecidas sirva de algo contra las inundaciones.

Lo han alertado los responsables del Centro Ibérico de Restauración Fluvial (Ciref), que advierten de que si prospera la decisión de limpiar el río denunciarán el caso ante los tribunales de la Unión Europea.

"Los dragados del Ebro pueden resultar hasta peligrosos por erosión remontante y además son insostenibles porque habría que realizarlos de forma continua", confirma Alfredo Ollero, presidente del Ciref y profesor del departamento de Geografía de la Universidad de Zaragoza.

Este organismo, compuesto por científicos universitarios y técnicos expertos en ríos y restauración fluvial de España y Portugal, apuesta por todo lo contrario que propone el Gobierno de Aragón: retirar las motas que ahora mismo protegen del agua a localidades ribereñas como Pradilla o Pina de Ebro y dar libertad al cauce. Es más, apuntan que las decisiones de la DGA pueden estar motivadas por la cercanía de las elecciones y la búsqueda de votos.

La mayoría de alcaldes de los pueblos afectados por las crecidas llevan años reclamando la limpieza y los afectados se han constituido en asociación para seguir el proceso del dragado y vigilar que las ayudas se den con agilidad. Sin embargo, el propio Colegio Oficial de Geólogos cuestiona también el dragado sistemático y apuesta por invertir en obras de contención y en mecanismos de alerta temprana. "Respetando siempre el impacto medioambiental", apostillan.

"A día de ayer, lo que había llevado el Ebro al mar equivale a seis veces el déficit estructural de la cuenca del Segura". Lo ha dicho la Consejera de Agricultura y Agua de Murcia, Adela Martínez-Cachá, que resucita así el fantasma del trasvase. "Las imágenes del Ebro ponen en evidencia que es una zona donde sobra agua", dijo la consejera murciana.