El conductor acusado de no socorrer a un jinete tras causar su accidente dice que no vio el suceso

El hombre, identificado como A.M.R., al que la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Jaén ha comenzado a juzgar este lunes con un jurado popular acusado de un delito de omisión del deber de socorro y de una falta de homicidio por imprudencia leve que habría cometido al no auxiliar a un jinete accidentado al paso del camión que conducía ha declarado que no se percató del accidente, que resultó mortal, y que, de haberse dado cuenta, se habría parado.
Juicio con jurado popular
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EUROPA PRESS
Juicio con jurado popular

El hombre, identificado como A.M.R., al que la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Jaén ha comenzado a juzgar este lunes con un jurado popular acusado de un delito de omisión del deber de socorro y de una falta de homicidio por imprudencia leve que habría cometido al no auxiliar a un jinete accidentado al paso del camión que conducía ha declarado que no se percató del accidente, que resultó mortal, y que, de haberse dado cuenta, se habría parado.

"No me di cuenta de nada", ha afirmado en su declaración ante el tribunal del jurado y las partes personadas en el caso, quienes le han interrogado acerca de los pormenores del suceso, ocurrido el 12 de mayo de 2007 en la travesía de Lopera (Jaén) de la carretera de Villa del Río (Córdoba), en dirección al municipio jiennense de Porcuna.

El procesado ha explicado que actualmente es profesor de autoescuela, si bien en el momento de los hechos era camionero, oficio que desempeñó entre los años 2000 y 2008, y que el 12 de mayo de 2007 había iniciado su jornada en Porcuna, desde donde se había dirigido a Getafe, y en el momento de los hechos regresaba a la citada localidad jiennense transportando electrodomésticos en su camión, de casi 19 metros de largo y con un remolque.

Durante el interrogatorio, ha reiterado que "no invadió el carril del sentido contrario", por donde transitaban el jinete accidentado y el hermano de éste, también a caballo, "uno delante de otro", de modo que él circulaba con su camión por el carril derecho.

Ha confirmado que vio a sendos jinetes, pero que no aminoró su velocidad porque la que llevaba era "adecuada", al ir a "unos 30 kilómetros por hora", de modo que si la hubiera reducido podría haber ido a una "velocidad anormalmente reducida sin causas justificadas" en una travesía en la que se debe circular, como mínimo, a 25 kilómetros por hora, según ha explicado.

Además, el encartado ha indicado que no percibió que hubiese "peligro" al pasar al lado de los caballos porque "supuso" que ambos animales estarían "acostumbrados a ir por una vía principal y que no se van a desbocar", así como que el siniestro ocurrió "al final de una recta, justo antes de una curva con cambio de rasante". En todo caso, guardó "entre dos metros y medio y tres de distancia" respecto a los caballos cuando pasó a su lado.

Así las cosas, ha insistido en su declaración en que rebasó a los jinetes "sin notar nada raro", porque de lo contrario se hubiera parado, de modo que no escuchó tampoco ningún golpe, punto en el que ha explicado que en ese momento llevaba encendido el aire acondicionado, la radio puesta y circulaba con la ventanilla subida.

De esta manera, conoció lo sucedido después de haber parado en una gasolinera de Porcuna y a través de la Guardia Civil, según ha relatado antes de llamar la atención sobre el perjuicio que podría ocasionarle una condena en este juicio, ya que actualmente ejerce como "profesor de autoescuela de todos los permisos" de conducir, y el hecho de quedarse sin carné puede suponerle una "ruina por una cosa que no he hecho".

"un jinete experto"

Por su parte, el hermano del jinete fallecido, y que, según ha confirmado, es el único testigo presencial del accidente, ha definido a la víctima como un "jinete experto" que, al igual que él, montaba a caballo "desde pequeño", y que el animal en el que iba subido entonces era "dócil" y "había sido domado".

Durante su declaración en el juicio, que ha tenido que quedar interrumpida momentáneamente al emocionarse en el transcurso de la misma, ha indicado que el camión que conducía el acusado "arrolló" a su hermano, así como que "invadió" el carril en el que circulaban, y a él "solo le dio tiempo de subirse a la acera" para evitar resultar también accidentado.

En ese sentido, ha indicado que el remolque del camión "llegó a colisionar" con el caballo que montaba su hermano, y, de hecho, de dicha parte del vehículo "se rompió una tulipa" que cayó al suelo, y ha indicado también que "llamó la atención al conductor para que parara", si bien éste "frenó poco después, pero siguió normal". También ha apuntado que el camión "no hizo movimiento lateral" durante el accidente.

Asimismo, ha señalado que su hermano y él habían salido "a pasear", y ha reconocido que circulaban por un carril "en el que podían venir coches de frente", si bien en ese momento "no había nadie" en esa travesía y ellos iban "pegados a la acera".

De esta manera, ha indicado que su hermano y él "iban mal" por el carril en el circulaban, "pero el camión no tiene por qué invadir" el mismo, y además, esa circunstancia la ha conocido después, ya que "antes" del siniestro "no sabía que no debíamos ir con el caballo por ese sitio", porque "no sabía" que dichos animales "tienen que ir por una vía pecuaria ni por un carril derecho, igual que los coches". En todo caso, "el caballo no tiene la culpa" de lo que pasó, según ha remachado al apuntar también que éste "dio un paso hacia la derecha" cuando el impacto.

Peticiones de penas

El juicio continuará a lo largo de la jornada de este lunes con una sesión vespertina fijada para las 17,00 horas, y está previsto también que continúe este martes. Antes de la declaración del acusado y del inicio de las de los testigos, las distintas partes han expuesto sus planteamientos al tribunal del jurado.

Así, la fiscal ha ratificado ante éste su calificación de los hechos, que considera constitutivos de un delito de omisión del deber de socorro y de una falta de homicidio por imprudencia leve de los que considera autor al acusado, para quien pide, respectivamente, una pena de un año y seis meses de cárcel y una multa de doce euros diarios durante 30 días, así como que indemnice a la viuda del fallecido con 110.000 euros, y con 6.000 a cada uno de sus padres.

La fiscal argumenta que el acusado pasó "cerca" del caballo de la víctima "sin guardar la precaución debida", lo que provocó que el jinete "perdiera el control" del animal, y que, después de lo sucedido, el procesado "decidió seguir por su camino sin atender a su obligación de auxilio" del joven accidentado, que tenía 26 años.

Por su parte, las dos acusaciones particulares presentes en este caso —una en representación de la viuda y otra en la de los padres del jinete— coinciden en calificar los hechos de la misma manera que el Ministerio Público, si bien solicitan para el acusado una pena de dos años de cárcel por el delito de omisión del deber de socorro.

Además, la acusación particular que ejerce la viuda solicita que se le imponga una multa de 50 euros diarios durante dos meses por la falta de homicidio por imprudencia leve, una sanción que la otra acusación particular reduce a 20 euros diarios. Ambas solicitan también indemnizaciones en concepto de responsabilidad civil.

De esta manera, las acusaciones coinciden en señalar que el procesado "invadió" con su camión el carril en el que circulaban los jinetes y "no adoptó las medidas de precaución necesarias", de modo que "golpeó" al caballo del fallecido, y luego "continuó su marcha" pese a que es "imposible que no se hubiera dado cuenta" de lo que pasó.

"responsabilidad" del jinete

Por último, tanto la defensa del acusado como de la aseguradora del remolque solicitan la libre absolución de éste; en el caso concreto del abogado que defiende a la referida compañía por la supuesta falta de homicidio por imprudencia leve, que es en la que centra su actuación.

En esta línea, la defensa del acusado sostiene que su cliente "ni tuvo la culpa del accidente ni se le puede reprochar una omisión del deber de socorro", de modo que "la única responsabilidad del siniestro es del fallecido", ya que "los caballos no pueden ir por una carretera ni por el carril" en el que circulaba el accidentado, mientras que su defendido "iba por su carril" y "no con velocidad excesiva", así como "no pudo hacer nada para evitar el accidente".

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