El PP tendrá 54 escaños en las nuevas Corts, frente a los 38 del PSOE y los 7 del Compromís, cuya suma se ha quedado a nueve diputados de la formación que lidera Camps. La mayoría de los 10 asientos nuevos (ahora tendrá 99 butacas, frente a las 89 anteriores) han ido a parar al PP, y tanto PSOE como Compromís apenas repiten sus resultados anteriores.

Sin embargo, en número de votos, el PP se distancia, hasta alcanzar 1.150.000 sufragios. El PSOE, por su parte, ha bajado en más de 100.000 papeletas con respecto a los comicios de 2003, lo que le deja con 38 asientos en el Parlamento autonómico, sin posibilidades de coaligarse con Compromís.

Precisamente, la coalición de EU y Bloc se ha dejado en el camino casi 100.000 votos respecto a los resultados que obtuvieron por separado hace cuatro años. La desmovilización de la izquierda ha sido una de las claves de estos comicios, junto al amplio respaldo al PP.

Reacciones

Los primeros en asumir la derrota fueron los cabezas de cartel de Compromís pel País Valencià. Glòria Marcos reconoció que esperaban «mejores resultados» e indicó que en la Comunitat «tenemos una sociedad completamente dormida» y «alejada de los problemas reales» por culpa del PP.

En la calle Blanquerías de Valencia, cuartel general del PSOE, las caras de desolación eran anoche la tónica dominante entre militantes y cargos socialistas. Con el 77% del escrutinio completado, compareció el secretario general, Ignasi Pla, para expresar su «pena y decepción» por la derrota. Aseguró que continuará «trabajando con la gente», pero no dio pistas sobre su futuro como líder del partido en la Comunitat.

Pero la fiesta estaba en la Alameda, donde miles de simpatizantes del PP vitoreaban a los grandes vencedores de la jornada: Francisco Camps y Rita Barberá. El presidente de la Generalitat, que estará cuatro años más en el cargo, agradeció el apoyo de los valencianos, y se mostró dispuesto a gobernar para todos en su segunda legislatura con mayoría absoluta. Se trata de la cuarta vez consecutiva que el PP se impone en la Comunitat, desde 1995.

La abstención se quedó finalmente en el 29,48% (votaron unos 2.250.000 ciudadanos en las tres provincias), una de las más bajas de España. Por otro lado, los votos en blanco, que muestran el descontento de los electores con todos los partidos, supusieron el 1,5%.