La reivindicación del derecho a la igualdad entre mujeres y hombres en Europa tiene todavía un largo camino por recorrer. Así lo constata el Parlamento Europeo en un informe que se votará el próximo 10 de marzo en el pleno de Estrasburgo y que supone un jarro de agua fría para la UE: la igualdad salarial no se logrará antes del año 2084, y el objetivo (marcado para 2020) de una tasa de empleo femenino del 75% no se alcanzará hasta 2038.

Estas son dos de las pesimistas previsiones que arroja el documento, en el que el Parlamento Europeo también reclama a la Comisión Europea y a los Estados Miembros de la UE bajas por paternidad remuneradas de al menos 10 días laborables.

Entre otras proyecciones, el Parlamento prevé que hasta 2034 no habrá paridad de hombres y mujeres en los parlamentos nacionales, en las instituciones de la UE y en los consejos de administración de empresas europeas. Muchos más años tendrán que pasar, concretamente hasta el año 2054, para que las tareas del hogar se repartan por igual entre mujeres y hombres, según el organismo.

"Evolucionamos muy lentamente", ha calificado Marc Tarabella, eurodiputado socialista y ponente de este informe, durante el seminario titulado 'El empoderamiento de las mujeres y las niñas a través de la educación', celebrado esta pasada semana en Bruselas con motivo del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, que se celebra este 8 de marzo.

El texto, que no tiene un carácter legislativo, presenta "una instantánea de la situación" actual que se vive en Europa, ha añadido Tarabella. De este modo, la desigualdad queda plasmada no sólo a nivel nacional de cada país, sino también en el ámbito europeo, ya que las mujeres representan el 37% de los miembros del recién elegido Parlamento Europeo. Además, tan sólo nueve de los 28 nuevos comisarios europeos y siete de los 28 jueces de la Corte de Justicia de la UE son mujeres.

"La crisis económica y sus efectos no han afectado por igual a mujeres y hombres", ha señalado por su parte en el mismo seminario Ernest Maragall. Para el eurodiputado español, "está bien que recomendemos y constatemos, pero la situación exige que la UE deba asumir un rol activo de programas específicos" para cambiar los estereotipos tradicionales de lo femenino y lo masculino y fomentar la igualdad entre ambos sexos.

En este sentido, el informe señala el papel decisivo que debe jugar la educación para combatir los estereotipos de género y acabar con la discriminación, y pide a la Comisión Europea que lleve a cabo políticas decisivas en la lucha contra estos estereotipos. Puesto que la Educación es competencia de cada Estado, el documento les sugiere que en sus respectivos sistemas educativos se incluyan proyectos para concienciar sobre la igualdad de derechos y de oportunidades para hombres y mujeres.

En otro apartado de este informe, el Parlamento reprocha a los Estados Miembros que pese a haber destinado ayudas europeas para el desarrollo de guarderías y la promoción del empleo a mujeres, muchos países "han realizado recortes presupuestarios que están afectando a la disponibilidad (como consecuencia del cierre de guarderías) y la calidad (como resultado de la escasez de personal) de los servicios de guardería", sostiene. El pasado mes de diciembre, los sindicatos aseguraban que en los últimos cuatros años en España los presupuestos para Educación por parte de las Comunidades Autónomas han mermado en 5.500 millones de euros y, por parte de la Administración del Estado, en 914 millones de euros.

El Parlamento Europeo considera en este documento que los permisos por paternidad son "esenciales para alcanzar la igualdad de género", y critica que un cuarto de los Estados Miembro de la UE no ofrezcan esta baja, así como que haya seis países que todavía no han firmado la Convención del Consejo de Europa (denominada Convención de Estambul) para prevenir y combatir la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica y tan sólo ocho estados hayan ratificado dicha Convención —entre ellos, España—.

Por este motivo, el informe pide a la Comisión y a los Estados Miembros que "establezcan permisos de paternidad remunerados de al menos diez días laborales y promuevan medidas que permitan a los hombres, y a los padres en particular, a ejercer su derecho a lograr un equilibrio entre la vida laboral y familiar mediante, entre otras cosas, la promoción del permiso parental", indica el texto.

En el caso de España, los permisos por maternidad tramitados en 2013 descendieron un 3,31%, mientras que los de paternidad bajaron el 3,2%, lastrados principalmente por el paro y el descenso de la natalidad.

En otro punto del informe, el Parlamento critica el bloqueo durante cuatro años en el Consejo Europeo de la directiva de baja por maternidad e insta a los Estados Miembros a que reanuden las negociaciones al respecto.

En cuanto a la brecha salarial, que en España se sitúa en el 24% (la más alta de los últimos cinco años), el Parlamento condena el hecho de que las mujeres no perciban el mismo salario que los hombres en los mismos puestos de trabajo.

Para la UE, la paridad de hombres y mujeres en las empresas traería consigo resultados positivos para la economía de los países europeos. Según las proyecciones de la OCDE, una total convergencia en las tasas de participación (de hombres y mujeres en el mercado de trabajo) supondría como resultado un incremento del 12,4% del PIB per cápita para 2030.

Por último, el Parlamento alerta de que el aumento de la flexibilidad en los contratos de trabajo "puede tener un impacto negativo en los salarios y las pensiones de las mujeres" y apunta a la necesidad de propuestas específicas de conciliación.