Imputado un comerciante en Melilla por vender productos de "fosfuro de aluminio" sin autorización

La Guardia Civil ha subrayado que es el mismo producto que causó la muerte a una familia en Alcalá de Guadaíra (Sevilla) en 2013
Lugar de Melilla donde fueron descubiertos, productos muy tóxcos
Lugar de Melilla donde fueron descubiertos, productos muy tóxcos
EUROPA PRESS/GUARDIACIVIL
Lugar de Melilla donde fueron descubiertos, productos muy tóxcos

La Guardia Civil ha imputado a un comerciante de Melilla por la venta de productos fitosanitarios y plaguicidas sin las autorizaciones correspondientes, que contienen "fosfuro de aluminio", el mismo producto "que causó la muerte a tres miembros de una familia en Alcalá de Guadaira (Sevilla)" en diciembre 2013, según ha subrayado un portavoz de la Comandancia.

El hallazgo del comercio se ha realizado después de un inspección en un local situado en la Avenida de Europa, junto a la frontera con Marruecos, posible destino de estos productos, donde se tenían sospechas de la posible venta de productos fitosanitarios y plaguicidas sin las autorizaciones correspondientes.

Como resultado de dicha inspección, los agentes han localizado un producto compuesto de "fosfuro de aluminio", sustancia muy tóxica y peligrosa para la salud humana que, para su almacenamiento, venta y distribución, necesita una autorización especial, así como unas medidas de seguridad muy rigurosas.

Según ha explicado un portavoz de la Comandancia, la composición de este producto, elaborado en comprimidos y que se utiliza en "almacenes alimentarios", o "interior de navíos", para la eliminación de roedores, gorgojos y otros insectos, a su contacto con la humedad, libera un gas denominado "fosfatina", muy tóxico y altamente inflamable, cuya inhalación puede producir la muerte.

El portavoz policial ha recordado en este sentido que en diciembre de 2013 la inhalación de este gas "desgraciadamente produjo la muerte de una familia en la localidad de Alcalá de Guadaíra (Sevilla)", tras inhalar el procedente "de los tapones de los envases", que contenía el fosfuro de aluminio, que "el progenitor había cogido para su reciclaje".

Con la leche y los zumos

El empleado que regentaba el local, en el que se venden además leches, aceites, zumos y otros productos de consumo humano, ha pasado a disposición judicial como supuesto autor de un delito contra la salud pública, "por el almacenamiento y comercialización de sustancias muy tóxicas para la salud humana, careciendo de las correspondiente autorización y medidas de seguridad que requiere su comercialización". Los productos intervenidos han quedado depositados con las necesarias medidas que la legislación aplicable indica.

La Guardia Civil ha advertido de la alta peligrosidad de este producto y ha hecho un llamamiento "para que no se utilice ni se compre, si no es por personal autorizado que conozca su composición y los serios riesgos que conlleva su uso". De igual manera, ha pedido la colaboración ciudadana para, caso de localizar algún tipo de este producto, se contacte con la Comandancia de la Guardia Civil, en concreto el Equipo de Protección de la Naturaleza (Seprona).

Para su identificación, todos los productos elaborados con estos elementos, el "fosfuro de aluminio", tienen en su envase el anagrama internacional de muy tóxico y se identifica con "una calavera sobre dos tibias entrecruzadas".

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