Personalidades del mundo de la cultura y la política han dado este domingo el último adiós a la actriz catalana Rosa Novell, fallecida este viernes a los 61 años a causa de un cáncer de pulmón, en un acto en el tanatorio de Sant Gervasi de Barcelona.

Al funeral de Novell, pareja del escritor Eduardo Mendoza, han asistido actores como Lluís Homar, Josep Maria Pou, Àlex Casanovas y Jordi Banacolocha, entre otros, y personalidades políticas como el conseller de Cultura de la Generalitat, Ferran Mascarell, y el alcalde de Barcelona, Xavier Trias.

Casanovas ha dicho que Novell fue una actriz "generosa" sobre el escenario y con un gran amor hacia el teatro, y ha destacado su lucha contra el cáncer fue un ejemplo. Banacolocha ha señalado que era un "animal teatral y una mujer que, sin el teatro, no era nadie", y ha insistido en que fue una mujer muy luchadora.

Mascarell la ha recordado como una mujer extraordinaria y de grandes convicciones, y Trias ha señalado que la actriz ha dejado "un gran vacío" con su muerte pues es "un gran referente como actriz y como directora de teatro".

También han acudido al funeral los miembros de la productora de radio y televisión Minoria Absoluta, de la que forma parte el hermano de la actriz Francesc Novell, que ha estado acompañado por sus compañeros Toni Soler, Xavier Serrano y Agnès Busquets, entre otros.

Nacida en Barcelona en 1953, Novell luchó durante el último año contra un cáncer de pulmón que le causó inicialmente la pérdida de la visión, circunstancia que no le impidió subir al escenario en noviembre de 2014 para interpretar su último papel: una ama de llaves ciega en la obra L'última trobada (El último encuentro) dirigida por Abel Folk.

Y es que Novell ha sido una de las grandes actrices de la escena teatral catalana y dirigió también destacados montajes, aunque también es conocida por su tratrabajó en el cine y el gran público la recordará por sus papeles en series de éxito en TV3, como Nissaga de poder, Estació d'enllaç o El cor de la ciutat.

A lo largo de su carrera recibió otros prestigiosos galardones, como el Premio Nacional de Interpretación en 1988, la Creu de Sant Jordi en 2007 y el premio Butaca a la trayectoria en 2014.