La Comunidad cuenta con más de 2.000 cooperativas con 18.000 empleados y una facturación de más de 3.000 millones

Castilla y León cuenta con más de 2.000 cooperativas en funcionamiento que dan empleo a 18.000 personas y facturan más de 3.000 millones de euros, según los datos facilitados por la Consejería de Economía a cierre de 2014.
Azucarera Acor Olmedo
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EUROPA PRESS
Azucarera Acor Olmedo

Castilla y León cuenta con más de 2.000 cooperativas en funcionamiento que dan empleo a 18.000 personas y facturan más de 3.000 millones de euros, según los datos facilitados por la Consejería de Economía a cierre de 2014.

En concreto, Castilla y León tiene en funcionamiento 2.090 Cooperativas, datos a 31 de diciembre de 2014, entre las que destacan por su número las más de 1.100 agrarias (579 agrarias puras y 536 de explotación comunitaria de la tierra), 626 de trabajo, 240 de vivienda o las 37 de segundo grado (las constituidas por al menos otras dos cooperativas). A estas se suman 29 de servicios, 21 de transporte, 13 de consumidores y usuarios, ocho de enseñanza y una de crédito.

Por provincias, el mayor número de cooperativas se localiza en Salamanca, donde hay 413, seguida de León (320), Burgos (313) y Valladolid (282). Ya por debajo de las 200 se sitúan Palencia, con 186; Zamora, con 171; Ávila, con 142; Segovia, con 137; y Soria, con 82.

Fuentes de la Consejería de Economía han destacado la capacidad de las cooperativas para resistir las dificultades y ha incidido en que han mostrado un comportamiento especialmente positivo en el mercado laboral.

Así, la destrucción de empleo durante la crisis ha sido ocho puntos inferior en las cooperativas que en el resto de las empresas, y casi el 80 por ciento de los contratos en las cooperativas tienen carácter indefinido.

Esto es consecuencia, entre otras causas, a la actitud emprendedora y el trabajo diario de los socios de las cooperativas, como la cada vez más decidida apuesta por el uso de las nuevas tecnologías que ha facilitado que su actividad se haya dirigido a otros campos más sostenibles y rentables, han señalado las mismas fuentes.

La Junta considera que la actividad económica y empresarial desarrollada a través del cooperativismo favorece el impulso de nuevos proyectos empresariales y ejerce un papel de liderazgo en la vertebración social y además tiene un papel importante en el desarrollo de actividad económica en zonas geográficas periféricas, y generalmente en el medio rural, lo que contribuye a la creación de servicios y actividades emergentes, que impulsan una mayor calidad de vida.

Impulso económico

Además, la actividad económica de las cooperativas tiene un papel en la mejora de la competitividad, la innovación y el desarrollo empresarial e impulsa el mantenimiento y crecimiento de empresas tractoras en entornos rurales con mayor capacidad para la atracción de otras empresas, ha señalado la Consejería de Economía, que ha puesto como ejemplos de grandes empresas cuya forma jurídica es la de cooperativas ACOR, Cobadu y Copiso, entre otras muchas.

Además, las mismas fuentes han señalado que las sociedades cooperativas tienen una especial capacidad de resistencia en situaciones de dificultades económicas como los vividos estos últimos años y han logrado mantener un nivel de actividad económica y de generación de empleo notable.

Las razones de esta capacidad de resistencia, según el Gobierno autonómico, se basan en el espíritu del cooperativismo, que se define como el trabajo en un fin común que lleva a que un grupo de personas asumen iniciar un proyecto empresarial común, como socios, entendiendo que varios o muchos tienen más opciones y más posibilidades de éxito que solos, sobre todo en determinados sectores económicos.

También tiene que ver con su éxito, el funcionamiento democrático de las cooperativas, que hace que decisiones estratégicas para su funcionamiento como empresas, sean tomadas por el conjunto de sus socios, lo que hace que éstas puedan ser más acertadas y por otro lado asumidas por todos, ha apuntado la Consejería.

Por otra parte, el Gobierno autonómico ha subrayado de las cooperativas la vinculación directa con el territorio, ha contribuido fundamentalmente a ésta capacidad de resistencia, permitiendo que fenómenos como la deslocalización de empresas, prácticamente no exista en éste ámbito.

"Este último aspecto es imprescindible en Castilla y León, que necesita una estructura productiva capaz de adaptarse a un territorio de gran extensión y con una elevada dispersión de su población, aspecto en el que más ha contribuido el cooperativismo al sumar las posibilidades económicas del medio rural, con el mantenimiento de la actividad y el empleo", ha afirmado la Junta.

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