¿Cargados como mulas? El peso de las mochilas que los niños llevan al cole preocupa a sus padres. Sin embargo, un experto que ha pesado las de 3.200 escolares valencianos de 13 a 15 años, José Ricardo Ebri, concluye que esa inquietud es infundada y que es peor la tensión muscular que acumulan frente al videojuego o el ordenador.

Su investigación revela que «la mochila bien llevada (sobre los dos hombros y no en uno por imperativo de la moda) y con los tirantes apretados puede ser beneficiosa porque mantiene la espalda recta» y «no se llevan más de 10 minutos» (lo que el pequeño tarda en ir de casa a clase a no ser que coja el autobús).

Ni taquillas ni carritos

La presidenta de la Confederación de Padres y Madres Valencianos, Carmen Molina, cree que las mochilas sí son un problema y que las taquillas no lo resuelven porque «los niños usan casi todos los libros todos los días».

Tampoco sirven los carritos porque, según Ebri, «las muñecas de los menores no están preparadas». Además, algunos colegios, como Hermanas Mantellate de Valencia, los prohiben porque «causan tropiezos».

Una posible salida, plantea Molina, es que «las hojas de los libros sean de un material más liviano».

Sin embargo, para Ebri, los esfuerzos deberían orientarse más hacia la prevención de lesiones por usar videoconsolas u ordenadores en posturas que generan tensión muscular. Para prevenirlas recomienda «tener la pantalla a la altura de los ojos  y los codos apoyados sobre la mesa», por tanto, desaconseja las que tienen una tabla extensible donde sólo cabe el teclado».

Lesiones en los músicos noveles

Ebri trabaja actualmente con un colega en un estudio sobre las lesiones y molestias de los niños que tocan en bandas de música. Su investigación, que se antoja especialmente oportuna por la gran tradición musical de los pueblos de la Comunidad Valenciana, comprende tanto la observación de las posturas, como radiografías de esas posiciones y un seguimiento de los puntos de dolor: «Al tocar la flauta travesera, por ejemplo, la posición suele ser de tensión porque los codos no se apoyan», adelanta.