La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha actualizado sus previsiones de caudal durante este episodio de crecidas y prevé que en la madrugada del domingo llegue la punta a la ciudad de Zaragoza, con un caudal máximo entorno a los 2.000 y 2.200 metros cúbicos por segundo, valores que podrán mantenerse similares durante 48 horas.

Como referencias, entre Castejón y Zaragoza, los máximos están a primeras horas de esta tarde en Tudela (Navarra), mientras que en la provincia zaragozana, aguas arriba de la capital aragonesa, la previsión es que la punta llegue al final de este viernes a Novillas y en la tarde del sábado a Alagón, ha informado la CHE en una nota de prensa.

Por el momento, en los lugares por donde ya ha transitado el caudal máximo de la crecida, "se están produciendo afecciones similares a las del episodio de febrero de 2003 y abril de 2007", han agregado desde el Organismo de Cuenca.

Esta crecida extraordinaria en el eje el Ebro, aguas abajo de Castejón, es fruto de las precipitaciones registradas desde el pasado miércoles, unido a la fusión de la nieve, en el extremo más septentrional de la cuenca y que han sido especialmente intensas en los ríos navarros, han remarcado desde la CHE.

En concreto, las lluvias caídas en el Alto Ebro y en las cuencas altas del Nela, Jerea, Bayas y Zadorra generaron este jueves un caudal máximo en el río Nela, en Trespaderne (Burgos), de 500 metros cúbicos por segundo, y en el Ebro, en Miranda, de 700, y este viernes un máximo en Logroño de 1.100 metros cúbicos por segundo.

Por lo que respecta a los afluentes de la parte Navarra, el Arga, en Funes, alcanzó este jueves 986 metros cúbicos por segundo, y el Ega, en Andosilla, 250, lo que ha producido, al confluir en el Ebro, en Castejón, una crecida de carácter extraordinaria de 2.400 metros cúbicos por segundo.

DESEMBALSES

La CHE ha explicado que se han realizado maniobras en los embalses del Ebro, en Cantabria, Ullíbarri y Urrúnaga, en Álava, y en Yesa e Itoiz, en Navarra, que han consistido en evacuar caudales menores a los aportados por la crecida, algo que ha permitido "reducir de forma muy importante los caudales del Ebro en Castejón".

Para eso, "y con el objetivo de generar resguardos suficientes para permitir este efecto de laminación de los caudales de entrada", la CHE ha realizado con días de antelación "desembalses preventivos".

Estas maniobras han permitido reducir al menos 600 metros cúbicos por segundo mediante la gestión de Yesa e Itoiz, que tras el desembalse preventivo, han cortado sus aportaciones desde la tarde del miércoles.

Por su parte, los embalses de Ullíbarri y Urrúnaga, en Álava, y del Ebro, en Cantabria, han aminorado la aportación de caudales a la crecida hasta en 200 metros cúbicos por segundo, mientras que en Mequinenza, en el Bajo Ebro, los vertidos extraordinarios comenzaron el pasado 29 de enero con 800 metros cúbicos por segundo y "han ido aumentando progresivamente hasta los 1.550 metros cúbicos por segundo actuales".

Además, el embalse de Sobrón ha contribuido a reducir los caudales circulantes del Ebro, en Miranda, hasta 50 metros cúbicos por segundo.

Vigilancia y seguimiento

La CHE ha indicado que está siguiendo sus protocolos de vigilancia y seguimiento de forma coordinada a través del Comité Permanente de Avenidas, que se ha mantenido constituido durante todo este periodo de crecidas en la cuenca del Ebro. Además, ha realizado los preceptivos avisos a Protección Civil.

El Organismo de Cuenca ha recordado la labor del Sistema Automático de Información Hidrológica, que realiza un seguimiento de la cuenca las 24 horas del día, los 365 días del año y "permite actualizar las previsiones de caudal con nuevos datos y según la evolución de cada episodio".

Se pueden consultar en la página web de la Confederación Hidrográfica del Ebro 'www.chebro.es', en el enlace Sistema SAIH, o en la página 'www.saihebro.com'. Las previsiones son una referencia de carácter provisional y siempre están pendientes de confirmación con datos observados y de un análisis posterior.