Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han puesto en marcha un plan contra las bandas organizadas de Madrid que ya está dando sus frutos. Los delitos y faltas retrocedieron un 2,9% en la ciudad en 2014, al pasar de 221.364 a 214.881 infracciones (-6.483), una mejoría que la Delegación del Gobierno atribuye, en gran parte, a la presión que las nuevas unidades Bronce o los Goiz (Grupos Operativos de Investigación Zonal) están ejerciendo sobre los delincuentes organizados que actúan en los 'puntos calientes' de la capital.

El cerco se ha materializado en un aumento de las operaciones contra la violencia radical, el tráfico de drogas, el proxenetismo y los robos y asaltos en las consideradas como 'áreas de atención preferente', que incluyen el distrito Centro, el barrio de Lavapiés, los bajos de Azca, la colonia Marconi, los distritos de San Blas, Villaverde o Vallecas y la Cañada Real.

De las 114 operaciones con grupos desarticulados en 2012 se pasó a 150 en 2013. La cifra llegó a 186 en 2014, con un balance de 5.700 delitos esclarecidos y 1.570 detenidos en total. De ellos, 313 miembros pertenecían a bandas latinas. Otros 323 eran miembros de grupos radicales, de los que 170 militaban en colectivos de extrema derecha y 153 en la extrema izquierda.

La Delegación del Gobierno presume de que la tasa de criminalidad de la capital es la más baja de los últimos 12 años —67,9 denuncias por 1.000 habitantes—. Sin embargo, los sindicatos policiales y de la Guardia Civil aún ven puntos negros, ya que la delincuencia subió en Arganzuela y Tetuán (1,7% y 2,3%, respectivamente) y los robos con fuerza en domicilios crecieron un 13,2%, hasta los 7.629 delitos.

Los asaltos a viviendas han subido casi un 3% al pasar de 11.731 en 2013 a 12.077 en 2014 en el conjunto de los municipios de la región. Las muertes violentas subieron otro 17%, como informó 20minutos.

En la ciudad de Madrid, el mapa de la delincuencia queda así:

Las bandas latinas Latin Kings, Ñetas, Trinitarios y Dominican Don't Play se asientan, preferentemente, en estos distritos, siendo las dos últimas las más fuertes, según el experto David Docal, director del Centro de Estudios sobre Discriminación y Violencia. La Policía cree que actualmente solo quedan unos 350 miembros realmente activos, aunque acumulan una elevada reincidencia delictiva.

Cristina Cifuentes, delegada del Gobierno, anunció este miércoles la detención de 16 personas a raíz de dos incidentes —un altercado con palos y cuchillos en Puente de Vallecas y una pelea en un tren procedente de Leganés en la estación de Atocha— y la salida del país de dos cabecillas de bandas latinas, previa revocación la nacionalidad española. Otras 20 personas tienen expedientes abiertos en el mismo sentido.

La Delegación y la Jefatura Superior de Policía trabajan para aplicar la Ley de Extranjería a un total de 128 personas. Todas ellas perderían su permiso de trabajo o de residencia por cometer actos delictivos. Dos de los afectados pertenecen a las maras, organizaciones criminales situadas por encima de los pandilleros callejeros que, según David Docal, aún no han conseguido importar sus estructuras criminales desde Honduras o El Salvador.

Concentra el núcleo de la actividad económica y turística de la ciudad, por lo que tiene la tasa de criminalidad más alta con 17,36 denuncias por cada 1.000 habitantes. Las autoridades tienen fichados a un millar de carteristas, timadores, y falsificadores de distintos países. Las líneas de Metro 1, 2, 3, 5 y 10 son objetivo preferente de los descuideros. A pesar de ello, el año pasado se registraron 2.200 delitos y faltas menos en la red, una caída del 17%. El 'clan de las bosnias' especializado en asaltar a pasajeros, fue expulsado del metro en 2013.

Los radicales de ultraderecha y ultraizquierda se diseminan en esta zona y sus distritos colindantes. Los primeros desarrollan su actividad en Centro, Moncloa, Tetuán (donde se clausuró el llamado Hogar Social Ramiro de Ledesma) y Chamberí (se han instalado en la antigua sede del Ministerio de Trabajo). Las fuerzas de seguridad les atribuyen las agresiones homófobas que tuvieron lugar a finales de 2014 en la calle de Martín de los Heros o en el Templo de Debod.

Los Ultrasur aún están presentes en este colectivo. Antonio M.M., alias 'el niño' y considerado el líder de los neonazis; Javier O. G., bombero del Ayuntamiento de Madrid; y el hermano del primero, Enrique José M.M., fueron detenidos en 2014 acusados de robar en domicilios, en ocasiones, haciéndose pasar por policías. Antonio M.M. fue detenido en Barajas el 15 de febrero con un pasaporte falsó. Ingresó en prisión junto a Javier O. y David F, 'el Cani'. Se les acusa de extorsión, robo con fuerza, delito contra la salud pública y quebrantamiento de medidas cautelares, entre otros.

Los grupos de ultraizquierda, situados en Vallecas, Carabanchel y Tetuán, han venido aprovechando las manifestaciones vinculadas al 15-M para provocar disturbios en la corona central. La Policía señala, en este último caso, a las Brigadas Antifascistas y la Coordinadora Antifascista.

La tasa de criminalidad del barrio es de 8,58 denuncias por cada 1.000 vecinos, 8,78 puntos menos que en el conjunto del distrito Centro y dos puntos por debajo que un año antes. La Delegación del Gobierno lo atribuye al Plan Integral de Mejora de la Seguridad y la Convivencia del Barrio, en el que han participado la Unidad Integral del Distrito y las nuevas Unidades Centrales de Seguridad (Uces) de la Policía Local.

Es uno de los mayores puntos de menudeo de drogas, falsificación de material audiovisual y distribución de enseres importados que incumplen la normativa. Grupos de africanos y ciudadanos asiáticos se reparten el negocio.

Solo la Policía Nacional llevó a cabo 2.200 actuaciones en 2014, la mayoría, por distribución de estupefacientes. "Hay cámaras y una oficina móvil de atención al ciudadano en la misma plaza, pero los que trapichean no se cortan demasiado", admiten fuentes del cuerpo.

Los bajos del complejo de oficinas cuentan con 55 cámaras desde finales de 2014 para controlar el botellón y los altercados a través del Sistema de Centralización de Vídeo (CISEVI).

El año pasado se dieron 118 operaciones policiales, con 158 detenidos y 986 actas por drogas. El Ayuntamiento espera que la declaración de este entorno como Zona de Protección Acústica Especial aleje los incidentes y reduzca el ruido de los bares situados en los bajos del complejo.

La Policía Municipal vigila ya con 147 dispositivos el entorno de la Plaza Mayor, la calle Montera y adyacentes, los alrededores de Ballesta, los barrios de Lavapiés y La Latina, y el museo al aire libre de Eduardo Dato.

La Delegación del Gobierno creó en mayo de 2014 la Mesa de Coordinación con las demás administraciones para controlar el supermercado de la droga de Madrid, que no parar de regenerarse. Policía Nacional, Policía Local y Guardia Civil tienen competencias sobre el terreno, aunque la mayoría de las actuaciones corresponden a la Brigada Provincial de Policía Judicial, la Comisaría de Villa de Vallecas, las Uces y las Unidades de Intervención Policial (UIP).

El pasado año se cerró con 17 operaciones y 57 detenidos, en la mayor parte de los casos, por tráfico de drogas. El negocio que ostentaban familias gitanas como 'los Gordos', 'los Emilios' y 'los Fernández-Fernández', cuyos miembros más activos fueron apresados en 2013, ha sido recogido por clanes más pequeños, pero no hay ninguna familia predominante. "En estos momentos no se ningún nombre por encima de los demás. O están más débiles o se han vuelto más cuidadosos. Aun así, el tráfico continúa", destaca un inspector.

La Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras, efectivos de la comisaría de Usera y las Unidades de Prevención y Reacción (UPR, más conocidos como 'Bronces' y que integran a las secciones operativas de Centauros, Zodiacos y Alazanes) coordinan dispositivos que lograron desarrollar 11 operaciones con 33 detenidos.

Junto con el polígono de Vicálvaro, Marconi supone el mayor prostíbulo al aire libre de Madrid, muy por delante de la calle de Montera, con casi 300 mujeres. El mercado de la explotación sexual está controlado por latinoamericanos, africanos y ciudadanos de Europa del Este. El rumano Ioan Clamparu —más conocido como 'Cabeza de cerdo'— era el capo de la zona hasta que fue detenido en 2011. Su banda fue desarticulada a principios de año. El hombre que estaba destinado a sucederle fue capturado poco después en Leganés por la Policía  Nacional.