'Calçots', el humilde tesoro culinario de Valls y el Alt Camp

  • Su cultivo engloba un zona de producción extendida por las comarcas del Alt Camp, Baix Camp, Tarragonés y Baix Penedés.
  • Se cortan hojas y raíces, y se asan a la parrilla, con fuego de sarmiento.
  • La salsa 'salvitxada' se hace con ajos, tomates, almendras, avellanas, pan, vinagres, aceite, sal y pimento ñora.
Un jove cou a la graella alguns dels 60.000 calçots que s'han consumit durant la Gran Festa de la Calçotada de Valls.
Un jove cou a la graella alguns dels 60.000 calçots que s'han consumit durant la Gran Festa de la Calçotada de Valls.
LAIA POBLADO / ACN
Un jove cou a la graella alguns dels 60.000 calçots que s'han consumit durant la Gran Festa de la Calçotada de Valls.

Los calçots, esas cebollas tiernas, entre puerro y cebolleta, alargadas, tiernas y ligeramente dulces, son un clásico de la cocina catalana. Aunque fundamentales en Tarragona, se disfrutan en toda Cataluña, que para algo son una fiesta. Pero el calçot de Valls tiene un área de producción muy concreta.

Su cultivo se extiende por las comarcas del Alt Camp, Baix Camp, Tarragonés y Baix Penedés. Estamos ante una cebolla dulce, de la especie Allium cepa, de la variedad blanca gran tardía de Lleida, que se cultiva durante un año.

Los calçots se pueden comprar en cualquier mercado o frutería de la comarca, sobre todo en el mercado semanal que se celebra los miércoles y sábados en el centro de Valls. Como mejor se disfrutan es en una comida al aire libre con familiares y amigos: es la calçotada.

La calçotada es una fiesta. Familiar o amigos se reúnen en torno a esta hortaliza. Primero se preparan los calçots: se cortan las hojas verdes a una determinada medida y se eliminan las raíces. Después se asan a la parrilla, con fuego de sarmiento y se sirven acompañados de la salsa salvitxada –llamada por otros salsa romesco–, hecha con ajos, tomates, almendras, avellanas, pan, vinagres, aceite, sal y pimento ñora.

Para fiesta la del último domingo de enero, cuando Valls celebra la Gran Fiesta de la Calçotada, con demostraciones gastronómicas y concursos. Hay quien ha llegado a comer nada más y nada menos que 315 calçots. Otras fiestas que destacan son las Diades Castellers de Sant Joan, el 24 de junio y la de Santa Úrsula el 26 de octubre.

El calçot es un alimento de muy bajo contenido calórico, que se ve incrementado por la salsa que suele acompañarle. Tiene hidratos de carbono en pequeña cantidad, es rica en potasio y aporta mucha fibra de tipo soluble. Claro que no sólo del calçot vive Valls y el Alt Camp. Hay otros productos de reconocida calidad como los cavas y los vinos, el aceite de oliva virgen extra de Siurana y la avellana de Reus.

Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!

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