Quince mil toneladas de basura se acumulan en Nápoles por el cierre de dos vertederos

  • Cerraron los dos vertederos obsoletos sin que se construyeran los nuevos.
  • Las autoridades han declarado el estado de emergencia ante el riesgo sanitario.
  • Desde hace tres años hay problemas en la región con el procesamiento de la basura.
  • Los vecinos temen una epidemia de cólera, y las dioxinas ya han llegado a la leche y la carne.
Un grupo de estudiantes atraviesan la basura acumulada en la ciudad de Nápoles (EFE/CIRO FUSCO)
Un grupo de estudiantes atraviesan la basura acumulada en la ciudad de Nápoles (EFE/CIRO FUSCO)
EFE
Un grupo de estudiantes atraviesan la basura acumulada en la ciudad de Nápoles (EFE/CIRO FUSCO)

La acumulación de toneladas de basuras en la provincia y la ciudad de Nápoles ha desatado una alarma no sólo sanitaria sino también política, con un llamamiento del jefe del Estado y la propuesta hasta de una intervención del Ejército.

Quince mil toneladas de desechos de todo tipo asfixian la región sureña de Campania, cuya capital, Nápoles, parece un vertedero y vive bajo el temor de epidemias como el cólera.

Miedo al cólera

Ese miedo de la población ha quedado patente en los pasquines anónimos aparecidos en las paredes de algunos pueblos: "¡Cólera! ¡Cólera! Moriremos todos".

La angustia no es tan lejana si se tiene en cuenta que Nápoles fue la última ciudad europea que padeció una epidemia de cólera en 1873.


La situación es tan grave que está declarada como de "emergencia" por autoridades italianas, pero
se trata de una emergencia crónica, pues dura desde hace trece años.

Un análisis de la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicado por el diario "Il Sole 24 Ore", señala que en 196 municipios de la región la salud está en
grave riesgo y en ocho de ellos la tasa de mortalidad es mayor que en el resto del país debido a la contaminación de las aguas.

Región contaminada

En Nápoles, según el diario "Corriere della Sera", se calcula que hay en estos momentos unas 2.600 toneladas de basura amontonadas en vertederos y cúmulos por los que se señorean las ratas.

Los ciudadanos, desesperados por el hedor, prenden

fuego a las montañas de desechos, pero ello origina a su vez otro problema sanitario por la emisión de dioxinas y otras sustancias cancerígenas.

En otro informe del Consejo Nacional de Investigación asegura que las dioxinas han pasado ya a la carne, la grasa y la leche de las ovejas.

La práctica no es nueva como señala el mismo estudio de la OMS, que indica que la tasa de malformaciones congénitas en los ocho municipios es un 80 por ciento mayor que en el resto del país tanto por la contaminación de las aguas como por la inhalación de las toxinas procedentes de la combustión del plástico.

Vertederos cerrados

Pese a estar prohibido, en lo que va de semana se ha prendido fuego a 260 cúmulos de basura en la ciudad de Nápoles, la mitad de los cuales tuvieron que ser sofocados por los bomberos.

La crisis se ramifica y llega a la economía, después de que las asociaciones de empresarios hayan advertido en estos días del peligro que la basura supone para el turismo.


Las razones de esta situación las explica , en una entrevista con el periódico "La Repubblica", el presidente de la Junta Regional de Campania, Antonio Bassolino: la ley ha obligado al cierre de varios vertederos obsoletos sin que se hayan construido otros nuevos.

En este momento, sólo dos están en funcionamiento para toda la región.

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