Ampliaciones o mejoras de viviendas, e incluso nuevos inmuebles que no han sido declarados en el Catastro y que están disfrutando de forma irregular de los servicios municipales (luz, alcantarillad o, limpieza, etc.) a costa de los ciudadanos que sí pagan con arreglo a los metros cuadrados y tipología de sus casas o locales.
Esta es la situación que el Ministerio de Hacienda trata de atajar mediante el plan de regularización catastral iniciado a finales de 2013 .
Fuentes de Hacienda han informado a 20minutos que, hasta ahora, el plan se ha saldado en la Comunitat con 489.000 inmuebles inspeccionados en 45 municipios. En 18.669 de ellos (un 3,8% del total) se han detectado obras fraudulentas que no se han declarado al Catastro y que han supuesto una ampliación o mejora de un inmueble, o directamente viviendas unifamiliares de nueva construcción que no han sido dadas de alta.
De este modo, todos los propietarios de estos inmuebles han visto incrementado su recibo del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) en una media de 270 euros anuales, subida proporcional a la ampliación o mejora de la construcción.
En caso de que la obra se haya ejecutado hace años, Hacienda cobrará cada año no declarado, cuyo total se estima en una media de 735 euros por cada inmueble.
Las nuevas casas copan los fraudes
Fuentes de Hacienda han informado que, de los 18.669 inmuebles en los que se han detectado obras fraudulentas, en el 28% de los casos se trata de ampliaciones de viviendas no declaradas, el 20% son reformas o cambios de usos, el 29% nuevas construcciones en suelos urbanos y el 23% piscinas. Los afectados deberán pagar una tasa de 60 euros para dar de alta estas obras.
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