Detenido en Burgos un grupo de familiares y amigos por robar con fuerza en farmacias y otros establecimientos

Se les imputan 16 robos en Santander, Burgos, Gijón y Pola de Siero (Asturias) y en Valencia de Don Juan (León)
Efectos intervenidos en la operación
Efectos intervenidos en la operación
SUB. GOBIERNO BURGOS
Efectos intervenidos en la operación

Agentes de la Policía Nacional han detenido en Burgos y Zaragoza a seis individuos de entre 21 y 61 años, familiares y amigos, como presuntos autores de numerosos robos con fuerza en farmacias y otros establecimientos comerciales y de hostelería en Cantabria, Asturias y en las provincias de León y Burgos.

Según informaron a Europa Press fuentes de la Subdelegación del Gobierno, la investigación se inició en Santander el pasado mes de julio, cuando se perpetraron durante la madrugada del día 16 tres robos, dos de ellos en oficinas de farmacia y el otro en un clínica veterinaria de Santander en los que sustrajeron dinero en efectivo.

El testimonio de un ciudadano permitió iniciar las indagaciones, ya que manifestó a la Policía que había visto la madrugada del día que resultó robada una de las farmacias un vehículo con placa de matrícula de Burgos, sin precisar numeración ni serie del mismo, ocupado por cuatro jóvenes.

Fue en el mes de agosto cuando este mismo vehículo intentó evitar a una dotación policial cuando patrullaba por la calle Joaquín Costa de Santander, por lo que fue interceptado y se identificó a sus ocupantes, todos ellos residentes en Burgos y a quienes constaba un amplio historial delictivo, especialmente en robos con fuerza. En el chequeo al vehículo también fueron localizados guantes de látex y un cuchillo.

Las gestiones policiales se inclinaron hacia Burgos, a cuya Policía se informó de la existencia de un grupo especializado en robos con fuerza, últimamente a farmacias, que delinquía con periodicidad semanal; se constató, además, que parte de los identificados por la dotación policial santanderina en agosto pertenecían a dicho grupo.

Así, el pasado 3 de febrero y tras numerosas gestiones, el Grupo de Robos de la Jefatura de Cantabria se desplazó hasta Burgos en donde se realizaron, junto con efectivos del Grupo de Robos de dicha Comisaría, registros en los domicilios de los encartados en los que se hallaron efectos cuya procedencia se demostró ilícita. Por ello, se procedió a la detención de cinco de ellos, cuatro hombres y una mujer.

A ellos se sumó una sexta detenida en Zaragoza, una joven de 21 años que se había trasladado a esa ciudad de forma provisional.

Solo dos de los detenidos carecían de antecedentes y quedaron en libertad con cargos; el resto acumulaba, entre todos, más de un centenar de antecedentes policiales, la mayoría por robos con fuerza en las cosas y pasaron a disposición judicial.

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Modus operandi'

Todos los robos se han realizado de madrugada por un grupo de jóvenes unidos por vínculos familiares o de amistad que, dentro de la misma organización, formaban uno o varios equipos de ejecución.

Encapuchados, accedían a los locales forzando la puerta de entrada o a través de las ventanas, utilizando como medio y según oportunidad, destornilladores, palanquetas, mazas, o cualquier otra herramienta encontrada por la zona que les pueda ser útil. Tanto para acceder como para abandonar la ciudad, utilizaban cualquier vía.

Además de los tres robos referidos ocurridos en dos farmacias y un clínica veterinaria en Santander, se les imputan dos delitos de estafa mediante accidentes de tráfico que provocaban para después cobrar del seguro, y nueve robos con fuerza en un bar, cuatro farmacias, tres establecimientos comerciales y una nave industrial de Burgos capital.

Se suman a ellos tres robos con fuerza en establecimientos de alimentación y en una farmacia en Gijón y Pola de Siero (Asturias) y un robo en un establecimiento de alimentación en la provincia de León. En todos los robos causaron daños y sustrajeron diferentes cantidades de dinero en efectivo y artículos de alimentación y elementos electrónicos e informáticos.

Algunos de estos efectos fueron recuperados en los registros domiciliarios, junto a los útiles empleados en los robos, y continúan las gestiones para determinar la procedencia de alguno de ellos.

En uno de los domicilios se halló también un trozo de hachís de unos 76 gramos, por lo que además se le imputa a uno de los detenidos un delito contra la salud pública.

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