Alrededor de un centenar de personas, principalmente trabajadores del Horno San Buenaventura, han realizado una marcha este jueves desde la avenida de la Constitución, transcurriendo por Puerta Jerez, calle San Fernando, glorieta del Cid y hasta la Plaza España.

Según detalla UGT, esta manifestación viene motivada por los despidos de la empresa ya que sus trabajadores no han cobrado las indemnizaciones, mientras que se les adeudan nóminas. Así, Gonzalo de las Heras, delegado sindical en la citada enseña, señala a Europa Press que la marcha pretende exigir el abono de los salarios y los finiquitos, a la par que los que aún están trabajando afrontan el concurso de acreedores del Horno.

A este respecto, explica que existe un plan de viabilidad, consensuando con los trabajadores, pero ante el que los bancos están siendo "más reticentes", pese a que la plantilla ha avalado el expediente de regulación de empleo temporal (ERTE), que supondría que permanecen en el paro alrededor de medio año y después se reincorporan, todo ello "sacrificios para salvar los 150 puestos de trabajo".

"Antes teníamos el enemigo de la reforma laboral para los que han sido despedidos, y a ello se suma ahora la negativa a dar liquidez", añade, señalando que llevan 163 días concentrándonos delante de la empresa y "recordando que en cinco años ha despedido a 70 y que no ha pagado finiquito ni atrasos". "Aquí se cobra tarde, mal y nunca, con atrasos salariales de cuatro meses y con mucha dificultad, mientras que los trabajadores se ven obligados a vender sus coches y enseres personales o a la dación de viviendas para poder poner un plato de comida encima de la mesa", advierte.

Añade que la reclamación media de los trabajadores es de hasta 12.000 euros en salarios, ante lo que hay quienes cuentan con una media de 500 euros al mes para sobrevivir, teniendo que recurrir a solicitar comida de Cáritas o Cruz Roja.

De las Heras agrega que la empresa "históricamente es muy solvente" en su sector, pero "cometieron el error de destinar gran cantidad de dinero al sector inmobiliario y, cuando esto reventó, ha arrastrado a todo el grupo empresarial". "La crisis ha hecho bajada de ventas generalizada, un 15 por ciento en el horno, algo que por ejemplo no sufren como los de Constitución, pero eso no puede conllevar 70 despidos", insiste, matizando que la empresa tiene facturación media de 15 millones de euros.