Hasta ahora, la Viagra había revolucionado el mundo de las relaciones interpersonales, rompiendo la barrera que la senilidad o las disfunciones sexuales habían establecido bajo las sábanas de las parejas.
Sin embargo, científicos argentinos han descubierto que el sildenafil (nombre genérico de la Viagra) en dosis menores a las habituales, es capaz de adelantar hasta seis horas el reloj biológico, según publica La Nación, algo especialmente útil para combatir el jet lag o para los cambios de turno laboral.
Los conejillos de indias han sido en esta ocasión hámsteres, que han demostrado que la idea de Diego Golombek, desarrollada por él mismo junto a Patricia Agostino y Santiago Plano, no era descabellada.
Los hámsteres viajaron de Sudamérica a Europa sin moverse del laboratorio: los investigadores les alternaron los horarios de luz y oscuridad seis horas, después de suministrar a los roedores una pequeña dosis de sildenafil.
Control de las vías moleculares
El estudio, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences se basa en el control de las vías moleculares que permiten que se sincronice nuestro reloj biológico, ese que también marca el momento de dormir y despertarnos.
"Estas vías son importantísimas porque el reloj [...] no tiene un ciclo de exactamente 24 horas, sino aproximado" aseguraba Golombek al diario argentino.
Los roedores que recibieron el fármaco se adaptaron entre un 20 y un 50% más rápido al nuevo horario que el resto, en función a la velocidad con la que iniciaron su actividad en las ruedas de ejercicio.
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