Egibar cree un exceso que Villalabeitia cobre 600.000 euros anuales, un 73% más que su antecesor

Dice que hay que ser "implacables" contra el fraude fiscal y que, quien defrauda en Euskadi, no es "un patriota vasco"
Joseba Egibar
Joseba Egibar
EUROPA PRESS
Joseba Egibar

El portavoz parlamentario del PNV y presidente del GBB, Joseba Egibar, cree que es "un exceso" que el presidente de Kutxabank, Gregorio Villalabeitia, cobre 600.000 euros anuales de sueldo fijo, más 200.000 euros variables por resultados.

En una entrevista concedida a Radio Euskadi, recogida por Europa Press, Egibar ha afirmado que, respecto a los "emolumentos del presidente anterior" de la entidad financiera, Mario Fernández, "la diferencia salta a la vista".

"A mí me parece, personalmente, un exceso. Creo que las cajas vascas, tiempos atrás, se han podido dirigir con unos emolumentos y con una dedicación más que brillantes por parte de muchos directivos, hombres y mujeres, y creo que podían tener unos emolumentos más ajustados a la propia realidad, no sé si de la banca mundial, pero, por lo menos, sí de lo que es la vida y la historia de las cajas", ha añadido.

Preguntado por si Kutxabank debería dar marcha atrás a la decisión de aumentar la retribución de Villalabeitia un 73% respecto a su antecesor en el cargo, ha indicado que él no es quién para decir lo que debe hacer un Consejo de Administración "o, en su caso, la persona afectada".

DEFRAUDADORES

Sobre la polémica surgida en torno a la lista 'Falciani', ha afirmado que "el patriota que se diga vasco y esté defraudando a las haciendas vascas, ése no es patriota, por lo menos no vasco", sino que "será patriota del dinero".

Joseba Egibar considera que "es un hecho positivo que, de una santa vez", salga esta información a la luz, y "la conclusión debe ser que, en un mundo tan interdependiente, desde luego, los paraísos fiscales tienen que desaparecer".

"Y, en su caso, las actuaciones tienen que ser de persecución del fraude o la elusión fiscal. Creo que es una noticia positiva. Me gustaría que esto fuera más estructural, que la cuestión de la persecución del fraude no fuera una cuestión que sucede cada cierto tiempo, sino que los propios sistemas políticos y democráticos incorporaran a su estructura canales y controles que eviten que esto pueda suceder. Creo que en eso hay que ser implacables", ha concluido.

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