El Rey visita este miércoles la fragata 'Cristóbal Colón', que participa en el ejercicio ADEX en aguas del golfo

El Rey Felipe VI visita este miércoles en la Base Naval de Rota (Cádiz) la fragata F-105 'Cristóbal Colón', que participa en el ejercicio ADEX en aguas del golfo de Cádiz. Durante su visita, será informado de las misiones, medios y capacidades del barco, y presenciará las maniobras, en las que participan buques y aviones del Ejército del Aire y de la Armada.

El Rey Felipe VI visita este miércoles en la Base Naval de Rota (Cádiz) la fragata F-105 'Cristóbal Colón', que participa en el ejercicio ADEX en aguas del golfo de Cádiz. Durante su visita, será informado de las misiones, medios y capacidades del barco, y presenciará las maniobras, en las que participan buques y aviones del Ejército del Aire y de la Armada.

Según detalla la Casa Real en su página web, consultada por Europa Press, la fragata 'Cristóbal Colón' fue construida en los astilleros de Navantia en Ferrol. Su botadura, el 4 de noviembre de 2010, estuvo presidida por Su Alteza Real la Infanta Doña Margarita. Su entrega a la Armada tuvo lugar el 23 de octubre de 2012.

Con una dotación de 200 personas, ha participado desde marzo de 2014 en la Operación Ocean Shield (OOS), integrándose en la Agrupación Naval Permanente de la OTAN número 2 (SNMG-2) como buque de mando.

Dicha operación tiene como objetivo principal la lucha contra la piratería y la vigilancia y seguridad marítima en el Índico y en ella participan buques de naciones OTAN trabajando conjuntamente con fuerzas de la Unión Europea y fuerzas marítimas combinadas de otros países.

La fragata 'Cristóbal Colón' pertenece a la 31ª Escuadrilla de Escoltas. Los modernos buques de la clase 'Álvaro de Bazán' que la conforman están capacitados para operar en todo tipo de escenarios gracias a su sistema de combate Aegis.

Las fragatas F-100 son buques multipropósito, en los que se han cuidado fundamentalmente los siguientes aspectos: escoltas oceánicos de tamaño medio, están optimizados para actuar como buque de mando y control en un escenario de conflicto, capaces de operar tanto en zonas costeras como en alta mar de una forma flexible, integrados en una flota aliada y de proporcionar cobertura a fuerzas expedicionarias, junto con una elevada capacidad antiaérea.

Estos barcos llevan un helicóptero embarcado, el LAMPS Mk III, dotado de modernos sensores y armas que permiten la detección y, en su caso, el ataque a buques de superficie y submarinos por fuera del alcance de los equipos del buque.

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