Los últimos estudios indican que aproximadamente el 90% de la comunicación es no verbal; es decir, constantemente enviamos mensajes mediante el cuerpo, la mirada, el tono de nuestra voz, etc. Existen hasta 700.000 gestos corporales con los que podemos expresarnos. Se puede aprender a  utilizarlos en las relaciones laborales para reforzar lo que se quiere expresar y para conocer lo que los demás te quieren decir.

Algunos consejos

Mirada social: Es aquella que fija el punto de atención a los ojos y a intervalos levanta la vista al entrecejo del interlocutor. Transmite interés sin crear incomodidad en el oyente.

Espacio personal: Cuando una persona se acerca demasiado a nuestro cuerpo sin nuestro permiso nos sentimos agredidos. Mantén un espacio físico de medio metro si hablas con algún compañero con el que tengas buena relación o de más de un metro si hablas con un jefe o un cliente.

Brazos cruzados: Esta postura denota una actitud defensiva y un rechazo. Por eso, cuando quieras reforzar tus ideas en el trabajo ante un superior o un cliente, exprésalas extendiendo ligeramente los brazos y mostrando las palmas de las manos. Transmitirás confianza.

Usa la sonrisa: Una sonrisa puede endulzar hasta la más amarga de las noticias, pero debe parecer sincera, así que no la fuerces apretando los labios.

Exprésate en positivo: Evita decir «es imposible». Será más producente si lo sustituyes por un «haré todo lo que sea posible por solucionarlo, aunque hay que tener en cuenta que es complicado». Tus jefes quedarán más satisfechos y te verán como alguien positivo y proactivo.

El profesional

Antonio Cruz. Psicólogo

«Es importante conocer lo que dice tu cuerpo. Si tenemos que dar una noticia negativa, es mejor que lo hagamos con un tono de voz suave y una postura relajada. Es conveniente también que mantengamos un contacto ocular firme, pero no excesivo. Además, podemos definir los problemas en positivo. No es lo mismo decir «falta dinero» que «se necesita ingresar más dinero». Cada persona y cada situación tienen su propio espacio. Si tu interlocutor comienza a dar pequeños pasos hacia atrás es que estás invadiendo su territorio. Aléjate un poco y la comunicación fluirá mucho mejor».