Alumnos catalanes llaman a boicotear las pruebas de ESO, que son obligatorias este año

  • Los exámenes se realizarán los próximos martes y miércoles en cuarto de ESO.
  • El pasado curso hubo estudiantes que se negaron a examinarse como protesta.
  • El resultado de las pruebas no repercuten de forma directa en el expediente.
Dos chicas con sendos carteles contra la Lomce y la presencia de la religión en la enseñanza pública, durante la manifestación de estudiantes de Secundaria en Barcelona.
Dos chicas con sendos carteles contra la Lomce y la presencia de la religión en la enseñanza pública, durante la manifestación de estudiantes de Secundaria en Barcelona.
GERARD ALEÑA / ACN
Dos chicas con sendos carteles contra la Lomce y la presencia de la religión en la enseñanza pública, durante la manifestación de estudiantes de Secundaria en Barcelona.

El Sindicat d'Estudiants del Països Catalans (SEPC) ha llamado este lunes a boicotear las pruebas de cuarto de ESO que realiza la Conselleria d'Ensenyament de la Generalitat este martes y miércoles, las cuales serán "obligatorias" por primer año, después de que en el curso pasado hubiera alumnos que se negaran a examinarse como protesta por los recortes y las leyes educativas.

En declaraciones a los medios, el secretario de Políticas Educativas de la Conselleria, Joan Mateo, ha explicado: "Este año son obligatorias porque si no el alumno que no las hace entra en el ámbito de la indisciplina", el cual se debe corregir, ha añadido.

En su página web, el SEPC ha hecho un "llamamiento activo a la insumisión" y a hacer boicot a las pruebas para protestar contra la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) y la Ley de Educación de Catalunya (LEC) y en defensa de un modelo educativo público y de calidad.

Tests para analizar la calidad del sistema educativo

Mateo ha añadido que la respuesta punitiva será "el último recurso" si un alumno se cierra a hacer las pruebas y las alternativas a éstas, y ha reiterado que tratarán de reconducir la negativa por otras vías con el fin de conseguir la información que proporcionan estos exámenes, que sirven para analizar la calidad del sistema educativo.

El resultado de las pruebas no repercute de forma directa en el expediente del estudiante, pero Mateo ha explicado que el profesor puede utilizarlo y "decidir qué tipo de impacto puede tener en la nota", aunque en ningún caso tiene una incidencia directa.

La inspección podrá abrir parte

Según ha dicho, este año la inspección podrá "intervenir" y abrir un parte, mientras que en años anteriores solo aconsejaba y acompañaba, si bien la Conselleria de Enseñanza prefiere evitar llegar a este punto.

Las pruebas de este año pondrán más énfasis en el inglés con el objetivo de que los estudiantes alcancen un B1 de este idioma al finalizar la ESO, y el nivel de los centros catalanes converja con el que exige la UE en 2018.

El aumento de la dificultad -que ha sido progresivo en los últimos cursos- se concretará en que el 'listening' sólo se podrá escuchar dos veces en vez de tres, y también se han dado nuevos criterios de corrección a los profesores para "ser más exigentes" en la expresión escrita.

Mateo ha agregado que sin esta exigencia los estudiantes se refugian en una "estructura básica de expresión escrita" consistente en reproducir lo normativo y más elemental posible y, al ser correcto, se tenía que puntuar bien.

Otra novedad que se introduce en esta cuarta edición de las pruebas es que los alumnos con trastornos de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) tendrán, como los pupilos con dislexia, 15 minutos más para completar la prueba.  

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