El acusado de vender una vivienda sin cancelar su hipoteca atribuye los hechos a un "error" bancario

El hombre identificado como J.M.S.P. al que la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Jaén tenía previsto juzgar este lunes como supuesto autor de un delito de apropiación indebida, que habría cometido al quedarse con el dinero de la venta de una vivienda sin liquidar la hipoteca que gravaba a ésta y que se había comprometido a cancelar, ha atribuido lo sucedido a un "error" cometido entre las entidades bancarias implicadas.

El hombre identificado como J.M.S.P. al que la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Jaén tenía previsto juzgar este lunes como supuesto autor de un delito de apropiación indebida, que habría cometido al quedarse con el dinero de la venta de una vivienda sin liquidar la hipoteca que gravaba a ésta y que se había comprometido a cancelar, ha atribuido lo sucedido a un "error" cometido entre las entidades bancarias implicadas.

Ha sido en el transcurso de la declaración que ha prestado ante el tribunal de la Sección Tercera en el marco del juicio que se ha celebrado este lunes por la mañana y ha quedado ya visto para sentencia, una vez que tanto la Fiscalía como la acusación particular han mantenido sus peticiones iniciales de condena, que en el caso del Ministerio Público asciende a un total de cinco años de cárcel y en el de la acusación a ocho años de prisión.

En su declaración, el acusado ha reconocido que en 2005 vendió a un matrimonio —conformado por A.M.V. y M.C.D.— una finca urbana de La Carolina (Jaén) "en representación de la sociedad que gestionaba" y que se dedicaba fundamentalmente a la "promoción y construcción de viviendas".

En dicha operación "se comprometía a cancelar a su costa la hipoteca que gravaba la vivienda", para lo cual además los compradores abonaron "íntegramente" el dinero convenido, según ha apuntado el encartado, quien, no obstante, ha precisado que en esta operación con quien mantuvo contacto hasta el acto de entrega de escritura pública de compraventa fue con una hija del matrimonio, que también había adquirido otra vivienda de la misma promoción de seis inmuebles en la que se encuadraba la de sus padres.

Según ha relatado, el dinero que le entregó la parte compradora lo llevó a través de un cheque a una caja de ahorros a la que, a su vez, otra entidad de ese tipo le tenía que dar "orden de cancelar la hipoteca", como se había venido haciendo "siempre", según ha apostillado el encartado, que ha indicado en ese sentido que la hipoteca de la vivienda comprada por la hija de los querellantes sí se canceló.

"Probablemente se debió a un error cometido en un momento dado el que no se cancelase la hipoteca" objeto de este procedimiento judicial, ha apuntado el acusado, que tiene esa "apreciación personal" y que, en todo caso, ha incidido en que "no hubo orden para decir que se cancelara una y no otra".

De esta manera, según su versión, "probablemente un empleado" del banco que debía dar la orden de cancelar las hipotecas "dijo que se habían cancelado ya todas" las vendidas en la misma promoción y autorizó que "se retirara el sobrante" que había quedado en la cuenta de la caja de ahorros en la que se ingresó el cheque con el dinero entregado por el matrimonio comprador, un montante que se fue "a cuentas de la empresa" del procesado.

"interés" en pagar la hipoteca

El acusado, no obstante, "se siente responsable" de lo ocurrido y tiene "interés" en que se termine de pagar la hipoteca, según ha manifestado. De hecho, ha apuntado que ya se han amortizado "unos 52.000 euros" de la misma "más intereses" mediante pagos que se realizan mensualmente, por lo que actualmente quedarían por amortizar "algo más de 100.000 euros".

En esa línea, ha manifestado que incluso ha recurrido "al salario de su mujer" para abonar la deuda contraída con el matrimonio, ya que la empresa es "prácticamente insolvente" ahora mismo, pese a lo cual "ha intentado hacer frente" al pago pendiente.

Por su parte, uno de los querellantes —A.M.V.— ha atribuido al encartado un "engaño" que habría cometido con su familia en esta operación inmobiliaria, en la que su mujer y él entregaron "todo el dinero" para que la finca, que adquirían como "vivienda habitual", quedara "sin hipoteca".

Según ha expuesto en su declaración como testigo, fue en 2010 cuando conoció que la hipoteca "estaba viva", una noticia que le provocó tal impacto que desde entonces ha sufrido "tres infartos", según ha destacado antes de apostillar que incluso su familia ha tenido que "pagar algún recibo" de hipoteca en este tiempo.

Peticiones de penas

A la finalización del juicio, el Ministerio Fiscal, según han informado a Europa Press fuentes del caso, ha mantenido su petición inicial de pena, que asciende a cinco años de prisión por un supuesto delito de apropiación indebida que en su escrito de calificación entiende que el acusado cometió al haberse quedado con "la totalidad del precio estipulado para la compra de la mencionada vivienda" —una suma de 178.124 euros— transferido por los querellantes "no cancelando la referida hipoteca y destinando el dinero recibido a fines distintos".

Por su parte, la acusación particular que ejercen los compradores de la vivienda solicita una pena de ocho años de prisión por el delito de apropiación indebida agravado por tres circunstancias recogidas en el Código Penal, como el hecho de que el inmueble se adquirió para "vivienda habitual", mientras que la defensa solicita la libre absolución de su cliente.

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