Tiene coleta, arrasa en las encuestas, protagoniza las más enconadas discusiones entre familiares y amigos y ahora se prepara también para ser la estrella del Carnaval 2015. En sólo unos días, España se llenará de Pablos Iglesias. ¿El motivo? Es un disfraz sencillo, barato y está de actualidad.

Ya lo demostró Joaquín Reyes hace unos meses en El Intermedio, no hace falta mucho para convertirse en el líder de Podemos: pelo largo recogido o peluca con coleta, perilla, un lunar cerca de la boca, una camisa y, como complemento opcional, unas bolsas del Alcampo.

Sin embargo, Iglesias tiene un duro rival, otro personaje que durante los últimos meses ha acaparado decenas de titulares y minutos en televisión, el pequeño Nicolás. Como disfraz tampoco tiene mucha complicación, basta con un pelazo con raya a un lado, camisa, chaqueta y corbata, un fajo de billetes y ganas de colarse en el mayor número de fotos posibles.

Confirma esta tendencia, Marina, una de las dependientas de la famosa tienda madrileña de disfraces Maty. "Ha venido mucha gente que quiere disfrazarse del pequeño Nicolás. Suelen llevarse pelucas como de los años 70 que luego peinan y arreglan para que se parezcan al pelo del personaje", explica. Una careta del original también ayuda y reduce significativamente el gasto y el esfuerzo.

Lo que está claro es que la actualidad manda. "Han venido bastantes personas preguntando si tenemos la indumentaria para transmitir el ébola. También se están pidiendo mucho pelucas para disfrazarse de la duquesa de Alba", cuenta Marina, lo que hace pensar que no faltarán versiones zombificadas de la célebre aristócrata (la moda de los muertos vivientes parece no perder fuelle).

No es raro encontrarse con varias Belén Esteban en Carnaval, pero es probable que este año haya muchas más gracias a su participación en el programa Gran Hermano VIP y su ya famoso pijama morado de leopardo, que está arrasando en ventas en El Corte Inglés.

Otros temas que también ha dado mucho que hablar, como la corrupción y las famosas tarjetas black de Caja Madrid, tendrán su representación gracias a parodias de banqueros, políticos y algún que otro tesorero o incluso en forma de tarjetas de plástico humanoides como las elaboradas por la empresa Casa del Disfraz, de Alicante, que ha logrado con este disfraz unas ventas un 300% superiores a lo esperado.

Sin embargo, los temas clásicos no pasan de moda y son muchos los que recurren a apuestas seguras como los superhéroes o los personajes de dibujos animados. "Para los niños se buscan mucho los disfraces de las películas de moda: Thor, el Capitán América... Para las niñas, trajes de princesa como los de Frozen... Entre los adultos se busca más el chiste, disfraces de plátano, de perrito caliente...", relata Marina.

"Los clásicos medievales nunca fallan y, sobre todo, los piratas. Jack Sparrow siempre está en los primeros puestos de disfraces más buscados. La gente, además de disfrazarse quiere verse guapa, así que los chicos suelen recurrir a los piratas y las chicas guapas, con buen tipo, a los vestidos de los años veinte", explica. "Los personajes de Star Wars y Batman también son de los que mejor funcionan pase el tiempo que pase", añade la dependienta, quien señala que la clave del disfraz a menudo son los complementos, que es de lo que tiene más tirón.

"Una cara bien caracterizada con una buena peluca y un complemento puede hacerte un disfraz estupendo. Puedes ir con el mejor traje, pero si lo demás no está bien cuidado, el resultado no acaba de funcionar", explica. En este aspecto, la evolución del mercado cosmético también ayuda. Antes tan sólo existían las típicas ceras de payaso, pero ahora hay productos de más calidad como las pinturas al agua.

A la hora de elegir traje, este año hay una gran novedad, las camisetas de Yiija, prendas fabricadas con materiales textiles de gran calidad que llevan impreso un dibujo que permite simular diferentes personajes: un motero, una hippie, Freddy Mercury, Katy Perry, Rambo, Terminator... El realismo de la impresión hace ver una chupa de cuero, un collar de oro o un torso musculado donde tan solo hay una camiseta. De este modo, con tan sólo una prenda se pude conseguir más de medio disfraz.

En cuanto al gasto, la gente suele dejarse una media de entre 30 y 50 euros. "Tenemos cosas baratas —hay que competir con la durísima industria asiática— y, en el otro extremo, trajes preciosos hechos a medida. Hay quien decide gastarse 18 euros en algo sencillo y quien prefiere dejarse 75 en algo más sofisticado", comenta Marina.

Aunque al final, independientemente de las telas, el maquillaje o los euros invertidos, los ingredientes más importantes de todos son la imaginación, el ingenio y la falta de vergüenza, como en el caso de Curro, un chico de 25 años que ha encontrado en la tienda de disfraces el maquillaje ideal para vestirse de Piccolo, el verdoso personaje amigo de Goku en Dragon Ball.

Todo es más fácil y divertido si se hace en grupo. Por eso Marta (20 años) y sus amigas han optado por el universo de Alicia en el País de las Maravillas. Ella será la Reina de Corazones mientras que sus amigas encarnarán a Alicia y al sombrerero loco. Adrián (25 años), ha aprovechado sus conocimientos como diseñador para vectorizar un diamantito y ponérselo en la cabeza cual Sim. Él ira de Sim con esmoquin mientras que sus compañeros de piso serán un Sim verde y otro, uno rojo cabreado.

Ángela, asturiana de 29 años ha optado por Uma Thurman en Pulp Fiction. "Es una de mis películas favoritas. Llevaba años queriendo disfrazarme de ella y he dicho que de este no pasaba. Voy con mi John Travolta, que va a ir obligado", comenta entre risas para 20minutos. El vestido ya lo tiene, tan sólo le hacen falta la peluca, una pistola y una jeringuilla.

También abundan los adultos que buscan algo original para los más pequeños, como Esther, que tiene que disfrazar a su hijo de banquero para una función del colegio, o Javier (33 años), quien no ha dudado en comprale un tierno disfraz de tigre a su pequeño David, de 18 meses. Beatriz (46 años) lo tiene más difícil, ya que debe disfrazar de sus hijas de malas de cuento y quiere algo que no sea la típica bruja, "que es el disfraz que llevan siempre en Halloween". "Disfraces de malo para niño hay mucho, pero para niña, nada de nada. Al final una va a ir de Reina de Corazones, que se lo estoy haciendo yo, y otra de Reina de las Nieves, que hasta que vino Frozen siempre había sido mala", cuenta.