La Unidad de Gestión Clínica de Ginecología del Hospital 'San Agustín' de Linares (Jaén) atendió durante el año pasado un total de 1.220 nacimientos, entre los que el 75 por ciento fueron vaginales y el resto necesitaron la realización de una cesárea.

Además, una de cada cuatro madres que dieron a luz el pasado año en este centro hospitalario público del Área Sanitaria Norte de Jaén donó el cordón umbilical, lo que supone un porcentaje similar al de 2013, según ha informado este viernes el Servicio Andaluz de Salud (SAS), al que pertenece este hospital comarcal.

Los profesionales del 'San Agustín' han facilitado que las madres tuvieran la oportunidad de manifestar sus preferencias sobre la atención que desearon recibir durante el parto, además de permitir que estuvieran acompañadas por sus parejas y recibieran información continua.

En este sentido, desde el SAS se destaca que el Hospital de Linares ha potenciado "varias medidas de intimidad, confort y participación activa de estas mujeres, además de los autocuidados en sus hogares", según se establece en el Proyecto para la Humanización de la Atención Perinatal de la Junta de Andalucía.

Se trata de una iniciativa de la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales que tiene varios objetivos específicos, como "la atención personalizada de la embarazada y la adecuación del entorno físico para su comodidad y seguridad durante el alumbramiento, la promoción de la lactancia materna desde el respeto de la decisión de la madre, la disminución de las intervenciones innecesarias en el uso de las ecografías, las cesáreas, las episiotomías y el rasurado perineal, la promoción de una atención multicultural del embarazo, parto y puerperio, además del desarrollo medidas que contribuyan a fomentar la participación del padre en el proceso de crianza".

Este programa pretende "informar, facilitar, proponer y respetar la experiencia natural del parto". Las mujeres tendrán la capacidad de decidir con antelación la posición que quieren adoptar para dar a luz y pueden dejar constancia de sus preferencias en cuanto a la participación de su pareja, el tratamiento y el manejo del dolor. Una vez que se haya producido el parto, también lo pueden hacer sobre la higiene y la alimentación de su bebé.