La Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) apuesta por más autonomía, responsabilidad política y rendición de cuentas en la reforma de la financiación autonómica que el Gobierno tiene pendiente de hacer, pero que ha aparcado hasta la próxima legislatura.

En el último número de su revista 'Papeles de Economía Española', dedicado a la financiación autonómica, coordinada por el profesor de la Universidad de Vigo Santiago Lago Peñas y el catedrático de Economía Jorge Martínez Vázquez, Funcas explica que el sistema se debe enfrentar a un nuevo proceso de reforma tanto por razones económicas como normativas, a las que hay que añadir las derivadas de las tensiones territoriales.

Las conclusiones de este informe se han presentado este jueves en Santander, en el marco del XXII Encuentro de Economía Pública organizado por la Universidad de Cantabria.

Según Funcas, el sistema español necesita acentuar aspectos genuinos del federalismo fiscal como la autonomía, la responsabilidad política y la rendición de cuentas. Además debería clarificar la nivelación horizontal, reforzar la rigidez de las restricciones presupuestarias autonómicas y garantizar que la descentralización no conlleve mayores riesgos de inestabilidad fiscal e incumplimiento de objetivos en materia de déficit y deuda pública.

A su parecer, el primer aspecto que debe tenerse en cuenta en la reforma es el de la suficiencia y sostenibilidad en el tiempo de los recursos, ligado a la autonomía y responsabilidad fiscal de las comunidades autónomas. Para lograrlo, apuesta por introducir un alto grado de flexibilidad financiera en el sistema, proporcionando los instrumentos tributarios adecuados para ajustar preferencias e ingresos públicos.

Así, Funcas cree que la discusión sobre el volumen global de recursos debería sustituirse por la discusión sobre la asignación y reparto de fuentes tributarias y la autonomía financiera en un contexto de restricción presupuestaria rígida.

A su juicio, se trataría de posibilitar que los gobiernos autonómicos cuenten con una capacidad de reacción propia en el ámbito tributario que les permita ejercer de una manera responsable e independiente del Gobierno central sus obligaciones como proveedores de servicios públicos y de acuerdo a las preferencias y necesidades de sus residentes.

Esta mayor autonomía fiscal, según la fundación, debe ir ligada a un incremento de la responsabilidad de las comunidades autónomas en la gestión de sus propios recursos. Por ello, se deberían reforzar las administraciones tributarias regionales y a la vez profundizar en la fórmula de los consorcios con la Agencia Estatal de Administración Tributaria para no perder las ventajas de las economías de escala y de la información compartida.

En cuanto a la nivelación interterritorial, Funcas cree que el nuevo sistema tendría que optar de manera definitiva, bien por la nivelación parcial, bien por la total. De la misma forma, habría que aclarar si se ponen o no límites a la reordenación y si el sistema sigue tomando como referencia el concepto de necesidades de gasto per cápita o utiliza la población como variable, al tiempo que se mejora la participación de las comunidades forales.