Pekín ha ordenado retirar de los kioscos de toda la ciudad las revistas que cuentan historias de fantasmas, alegando que pueden afectar psicológicamente a los jóvenes, informaron hoy varios medios locales.

La Administración de Industria y Comercio de Pekín ha decidido concretamente la retirada de ocho revistas, casi todas ellas con la palabra "gui" (fantasma) en su titular, y con nombres tales como "Cuaderno de Muerte", "Historias de Horror" o "Terroríficos Cuentos de Aparecidos".

Según las autoridades pequinesas, las publicaciones no cuentan con la necesaria licencia para venderse, aunque también usan como argumento para la retirada de las publicaciones el hecho de que podrían afectar a la salud pública.

El diario Beijing News relata que en una de las publicaciones, que traduce una historia japonesa, se relatan con detalle toda clase de horribles muertes.

Otra publicación asegura en sus páginas que si el lector escribe el nombre de una persona en la revista, ésta morirá pronto.

Desde el comienzo de esta campaña contra los escritos fantasmagóricos, se han retirado de las tiendas unos 500 ejemplares, especialmente en librerías, kioscos y establecimientos cercanos a escuelas.

Algunas de estas publicaciones habían sido impresas en la más liberal Hong Kong y estaban ganando popularidad entre los jóvenes chinos.

La Administración pide por otro lado a los ciudadanos de Pekín que informen de cualquier revista de fantasmas que vean a la venta en cualquier establecimiento de la ciudad.

El blog sobre medios de comunicación y prensa china Danwei (danwei.org) aseguró hoy que al menos otras dos publicaciones con historias de horror, no incluidas en la lista, siguen esta semana a la venta.

Además se denunció que estas revistas continen anuncios sobre sexo, con fotos explícitas que incitan a los jovenes a la pornografía.

El género de terror no es ajeno del todo a China, donde se han rodado numerosas películas sobre este tema, si bien es cierto que no suelen emitirse por la televisión, donde los contenidos también son estrictamente controlados.

Pekín emprende numerosas campañas de imagen desde hace varios meses, de cara a los JJOO que acogerá el próximo año.