Todos los acusados son nacidos en Senegal, cuatro de ellos en situación irregular en España en el momento de los hechos. Para éstos la Fiscalía solicita que, de acuerdo con el artículo 89 del Código Penal y en caso de condena, se sustituya la pena impuesta por la expulsión del país.

El Ministerio Fiscal sostiene que el 5 de junio de 2012, sobre las 9.30 horas, agentes policiales realizaron registros en cinco domicilios de Oviedo y en su interior encontraron numerosas copias de discos originales que los acusados realizaban para su posterior distribución, almacenamiento y comercialización. Los diferentes domicilios estaban relacionados entre sí, siendo unos de residencia y almacenaje y otros de producción y distribución de las copias a los vendedores.

Se intervinieron diferentes efectos, desde discos a carátulas fotocopiadas. Todos lo incautado resultó ser técnicamente falso y destinado a su venta a terceros.

Las nueve torres poligrabadoras de DVDs y CDs, los CD-Rs, los DVDs grabados y los DVD-Rs vírgenes incautados tendrían un valor total de 215.188 euros, sin que se hayan valorado otros de los efectos intervenidos, como la fotocopiadora industrial, impresiones de carátulas, fundas plásticas, la ropa, los bolsos, gafas, relojes y cinturones.

La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito continuado contra la propiedad intelectual y contra la propiedad industrial. Solicita así que se condene a cada uno de los acusados a un total de 3 años y 6 meses de prisión, el pago de multas que suman 6.120 euros, costas procesales y abono de las correspondientes indemnizaciones a las marcas y sociedades perjudicadas, incluida la SGAE.