Un tripartito irrompible o casi en Barcelona

  • CiU quiere meter una cuña entre Iniciativa, Esquerra y el PSC.

Sobre el candidato de CiU a la Alcaldía de Barcelona existe una amplia coincidencia acerca de su bonhomía.

Con usos y modos de rico antiguo, Xavier Trías i Vidal de Llobatera tiene un punto de aristócrata y casa en la parte alta de la ciudad, algo que nunca le ha impedido ejercer de socialdemócrata convencido.

Este pediatra es un hombre contradictorio.

Católico practicante, promovió el uso del preservativo en su etapa de consejero de Sanidad para desesperación de la Curia.

Trías se lleva bien con Rajoy, hace algunos ascos a Artur Mas y le baila ahora el agua a los chicos de Esquerra.

De lo que no hay duda es de que la mala suerte le persigue.

Descabalgado por los equilibrios de poder que vivió Convergencia en la sucesión de Pujol, fue empujado a la política municipal después de soportar en Madrid como portavoz parlamentario los cuatro años de mayoría absoluta del PP.

Trías está convencido de que acabará con el tripartito, "si saco un concejal más que los socialistas", y aventura la posibilidad de que nadie sea capaz de sumar 21 ediles, lo que daría la Alcaldía a la lista más votada.

"No estoy de acuerdo en que a Esquerra le interese pactar siempre con el PSC", dice a este diario.

"Además, pueden abrirse otros caminos, y que sean los socialistas los interesados en pactar con nosotros".

El idilio con Esquerra.

El idilio con Esquerra es pura ficción cinematográfica, y así lo reconoce su candidato a la Alcaldía, Jordi Portabella, a quien los carteles electorales presentan como un galán con la melena al viento y la mirada perdida.

"El tripartito no es irrompible pero goza de buena salud", afirma tras presentar su plan de servicio civil para la paz, una buena idea para pagar un sueldo a 100 voluntarios de ONG.

Portabella opina que los guiños que le hace CiU son tácticos "para hacer ver que tiene alguna posibilidad".

Más duro es Jordi Hereu, el alcalde que sustituyó a Joan Clos cuando éste empezó a ser tan popular en el Ayuntamiento como lo es ahora en Industria, la mejor jugada del PSC después de la ascensión de Maragall a los altares del ostracismo.

Para Hereu, "lo de Trías con Esquerra es pura comedia, porque su única posibilidad de pacto es con el PP y, de momento, se agarra a lo que puede".

Los mítines de Hereu son un pestiño, pero en el trato en corto, cuando se le ve el colmillo retorcido, gana muchísimo y resulta hasta gracioso.

Y hay cosas en las que lleva razón: su alternativa se presenta como símbolo del cambio llevando de telonera a sus actos a Marta Ferrusola, la sempiterna señora de Pujol.

"¿Esto es el cambio?", se pregunta.

El propio Trías lo reconocía así: "Todos me quieren ayudar; a veces, demasiado".

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